En el programa anterior habíamos iniciado la historia de Lázaro de Betania, amigo de Jesús. Lázaro se había enfermado, por lo que sus desesperadas hermanas mandaron llamar a Jesús. Cuando Jesús llegó Lázaro ya estaba muerto, pero él lo resucitó. Los enemigos de Jesús estaban sorprendidos y enojados, cavilando cómo hacer no sólo para matar a Jesús, sino también a Lázaro.