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ALIMENTO DIARIO
«Con deseos de morirse (Elías), exclamó: ‘Señor, ¡ya no puedo más! ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!’ Se recostó entonces bajo la sombra del enebro, y se quedó dormido. Más tarde, un ángel vino y lo despertó. Le dijo: ‘Levántate, y come.'» 1 Reyes 19:4b-5
«El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo?… ¡Yo estoy seguro, Señor, que he de ver tu bondad en esta tierra de los vivientes! ¡Espera en el Señor! ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento! ¡Sí, espera en el Señor!» Salmo 27:1; 13-14
«Todos los ángeles estaban de pie, alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y delante del trono inclinaron el rostro y adoraron a Dios. Decían: ‘¡Amén! A nuestro Dios sean dadas la bendición y la gloria, la sabiduría y la acción de gracias, y la honra, el poder y la fortaleza, por los siglos de los siglos. ¡Amén!'» Apocalipsis 7:11-12
«El que cierra su oído al clamor del pobre tampoco será escuchado cuando pida ayuda. La dádiva discreta calma el enojo; el don disimulado apacigua la furia. El justo se alegra cuando se hace justicia, pero los malvados se ponen a temblar.» Proverbios 21:13-15
«Setenta años son los días de nuestra vida; ochenta años llegan a vivir los más robustos. Pero esa fuerza no es más que trabajos y molestias, pues los años pronto pasan, lo mismo que nosotros… ¡Sácianos de tu misericordia al empezar el día, y todos nuestros días cantaremos y estaremos felices!» Salmo 90:10; 14
«Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios.» Romanos 10:17
«Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo cuando él y tú estén solos. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano. Pero si no te hace caso, haz que te acompañen uno o dos más, para que todo lo que se diga conste en labios de dos o tres testigos. Si tampoco a ellos les hace caso, hazlo saber a la iglesia.» Mateo 18:15-17a
«Cuando te llamé, me respondiste, y mi alma desfallecida se llenó de vigor. Señor, ¡que todos los reyes de la tierra te alaben al escuchar tu palabra! ¡Que alaben tus caminos, Señor, porque grande, Señor, es tu gloria! Tú, Señor, estás en las alturas, pero te dignas atender a los humildes; en cambio, te mantienes alejado de los orgullosos.» Salmos 138:3-6
«Ya está cerca mi justicia; ya ha salido mi salvación. Mis brazos juzgarán a los pueblos, pues los habitantes de la costa esperan en mí, y en mi brazo han puesto su esperanza.» Isaías 51:5
«Él les preguntó: ‘Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?’ Simón Pedro respondió: ‘¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!'» Mateo 16:15-16