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ALIMENTO DIARIO
«Si nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los hombres; pero el hecho es que Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que murieron.» 1 Corintios 15:19-20
«¡Pero el caso es que son ustedes los que cometen el agravio, y los que defraudan, y lo hacen contra los hermanos!… Y eso eran algunos de ustedes, pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.» 1 Corintios 6:8; 11
«Y Elí dijo: ‘¿Qué fue lo que el Señor te dijo? Te ruego que no me ocultes nada. Que Dios te castigue, y aún más, si me ocultas lo que Dios te dijo.'» 1 Samuel 3:17
«Sí, así ha dicho Dios el Señor: ‘Yo mismo voy a ir en busca de mis ovejas, y yo mismo las cuidaré, tal y como las cuida el pastor cuando se halla entre sus ovejas esparcidas. Yo las rescataré de todos los lugares por los que fueron esparcidas aquel día nublado y oscuro.'» Ezequiel 34:11-12
«Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán un solo ser.» Génesis 2:24
«Señor, tú me has examinado y me conoces; tú sabes cuando me siento o me levanto; ¡desde lejos sabes todo lo que pienso! Me vigilas cuando camino y cuando descanso; ¡estás enterado de todo lo que hago! Todavía no tengo las palabras en la lengua, ¡y tú, Señor, ya sabes lo que estoy por decir!» Salmo 139:1-4
«Señor de los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo! ¡Mi alma anhela ardientemente estar, Señor, en tus atrios! ¡A ti, Dios de la vida, elevan su canto mi corazón y todo mi ser! Hasta los gorriones y las golondrinas hallan dónde anidar a sus polluelos: ¡cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, rey mío y Dios mío! ¡Cuán felices son los que habitan en tu templo! ¡Todo el tiempo te cantan alabanzas!» Salmo 84:1-4
«Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne se opone al Espíritu, y el del Espíritu se opone a la carne; y éstos se oponen entre sí para que ustedes no hagan lo que quisieran hacer… Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, vivamos también según el Espíritu.» Gálatas 5:16-17; 22-25
«Abrahán y Sara eran ya viejos y de edad avanzada, y Sara ya no tenía lo que es costumbre en las mujeres… Pero el Señor le dijo a Abrahán: ¿Por qué se ríe Sara? Ha dicho: ‘¿Será cierto que voy a dar a luz siendo ya vieja?’ ¿Acaso hay para Dios algo que sea difícil? En el momento indicado volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tendrá un hijo.» Génesis 18:11a; 13-14
«Cuando Felipe se acercó y lo oyó leer al profeta Isaías, le preguntó: ‘¿Entiendes lo que lees?'» Hechos 8:30