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ALIMENTO DIARIO
Hijos de Jacob, yo soy el Señor, y no cambio. Por eso ustedes no han sido consumidos. Desde los días de sus antepasados no se han sometido a mis leyes, sino que se han apartado de ellas. Pero si se vuelven a mí, yo me volveré a ustedes. Yo, el Señor de los ejércitos, lo he dicho. Pero ustedes dicen: ‘¿Cómo está eso de que debemos de volvernos a ti?’ Malaquías 3:6-7
Jesús respondió: «Vayamos a las aldeas vecinas, para que también allí predique, porque para esto he venido.» Marcos 1:38
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no lo echo fuera. Juan 6:37
Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes. 1 Pedro 5:7
Señor, tú me has examinado y me conoces; tú sabes cuando me siento o me levanto;
¡desde lejos sabes todo lo que pienso! Me vigilas cuando camino y cuando descanso;
¡estás enterado de todo lo que hago! Todavía no tengo las palabras en la lengua,
¡y tú, Señor, ya sabes lo que estoy por decir! Tu presencia me envuelve por completo;
la palma de tu mano reposa sobre mí. Salmo 139:1-5
Estén siempre gozosos. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18
Yo esperaré al Señor, que escondió su rostro de la casa de Jacob. En él confiaré. Isaías 8:17
No lo harán, padre Abrahán. Pero si alguien de entre los muertos va a ellos, sí se arrepentirán. Lucas 16:30
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Mientras Jesús estaba hablando, se hizo presente una turba, al frente de la cual iba Judas, que era uno de los doce y que se acercó a Jesús para besarlo. Lucas 22:47