"Hablando de Jesús"

También estaba allí Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ana era una profetisa de edad muy avanzada… Nunca se apartaba del templo, sino que de día y de noche rendía culto a Dios con ayunos y oraciones. En ese mismo instante Ana se presentó, y dio gracias a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. (Lucas 2:36-38)

"Sosteniendo a Jesús"

En Jerusalén vivía un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, que esperaba la salvación de Israel. El Espíritu Santo reposaba en él y le había revelado que no moriría antes de que viera al Ungido del Señor. Simeón fue al templo, guiado por el Espíritu. Y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron al templo para cumplir con lo establecido por la ley, él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios. (Lucas 2:25-28)

"Los niños y el Señor"

Y cuando se cumplieron los días para que, según la ley de Moisés, ellos fueran purificados, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo ante el Señor y cumplir con lo que está escrito en la ley del Señor: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor», y para ofrecer un sacrificio en cumplimiento de la ley del Señor, que pide «un par de tórtolas, o dos palominos». (Lucas 2:22-24)

"El cumplimiento de la ley"

Cuando se cumplieron los ocho días para que el niño fuera circuncidado, le pusieron por nombre JESÚS, que era el nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido. (Lucas 2:21)

"Recuerda"

Pero María guardaba todo esto en su corazón, y meditaba acerca de ello. (Lucas 2:19)

"Guía"

Cuando [José] supo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá, pero en sueños fue advertido y se dirigió a la región de Galilea. (Mateo 2:22)

"Un Dios inmigrante"

Cuando él [José] despertó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. (Mateo 2:14)

"El sufrimiento de la Navidad"

Cuando Herodes vio que los sabios lo habían engañado se enojó mucho y, calculando el tiempo indicado por los sabios, mandó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén y en sus alrededores. (Mateo 2:16)

"¿Preocupado?"

Cuando el rey Herodes oyó esto se turbó, y toda Jerusalén con él. (Mateo 2:3)

"La Verdad y las mentiras"

[Herodes] Los envió a Belén, y les dijo: «Vayan y averigüen con sumo cuidado acerca del niño, y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a adorarlo». (Mateo 2:8)