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ALIMENTO DIARIO
En Jerusalén vivía un hombre justo y piadoso, llamado Simeón… Simeón fue al templo, guiado por el Espíritu. Y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron al templo… él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios… También estaba allí Ana. En ese mismo instante Ana se presentó, y dio gracias a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. (Lucas 2: 25a, 27a, 28a, 36a, 38)
Cuando se cumplieron los ocho días para que el niño fuera circuncidado, le pusieron por nombre JESÚS… Y cuando se cumplieron los días para que, según la ley de Moisés, ellos fueran purificados, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo ante el Señor… y para ofrecer un sacrificio en cumplimiento de la ley del Señor, que pide «un par de tórtolas, o dos palominos». (Lucas 2: 21a, 22, 24)
Cuando los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer». Así que fueron de prisa y hallaron a María y a José, y el niño estaba acostado en el pesebre. Al ver al niño, contaron lo que se les había dicho acerca de él. Todos los que estaban escuchando quedaron asombrados de lo que decían los pastores… Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho. (Lucas 2:15-18, 20)
Pero el ángel les dijo: «No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría. Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». (Lucas 2:10-12)
En esa misma región había pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus rebaños. Allí un ángel del Señor se les apareció, y el resplandor de la gloria del Señor los envolvió. Ellos se llenaron de temor. (Lucas 2:8-9)
Y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue. (Lucas 2:7)
Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz. (Lucas 2:6)
Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo… por lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse. Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. (Lucas 2:1, 3-5)
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre JESÚS. (Mateo 1:24-25)
María, la madre de Jesús, estaba comprometida con José, pero antes de unirse como esposos se encontró que ella había concebido del Espíritu Santo. José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla. Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le apareció en sueños… . (Mateo 1:18b-20a)