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ALIMENTO DIARIO
«¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como junta la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! ¡Miren cuán desolada se queda la casa de ustedes! Porque yo les digo que no volverán a verme, hasta que digan: «Bendito el que viene en el nombre del Señor.»» Mateo 23:37-39
No gritará ni levantará la voz; no se hará oír en las calles. No hará pedazos la caña quebrada, ni apagará la mecha humeante. Traerá la justicia por medio de la verdad. No se cansará ni se fatigará hasta que haya establecido la justicia en la tierra; las costas esperarán sus enseñanzas. Isaías 42:2-4
[Dijo Jesús] «Mientras que estoy en el mundo, soy la luz del mundo.» Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, y untó el lodo en los ojos del ciego; entonces le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que significa «Enviado»).» El ciego fue, se lavó, y al volver ya veía. Juan 9: 5-7
Porque a su debido tiempo, cuando aún éramos débiles, Cristo murió por los pecadores. Es difícil que alguien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5: 6-8
Esto quiere decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, sin tomarles en cuenta sus pecados, y que a nosotros nos encargó el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores en nombre de Cristo, y como si Dios les rogara a ustedes por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: «Reconcíliense con Dios». 2 Corintios 5:19-20
«¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, gozoso la pone sobre sus hombros, y al llegar a su casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: «¡Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!» Lucas 15: 4-6
Pero él les dijo: «La generación mala y adúltera demanda una señal, pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Mateo 12:39-40
Luego llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? Marcos 8:34-36
Entonces Jesús se volvió a ver a los discípulos, y reprendió a Pedro. Le dijo: «¡Aléjate de mi vista, Satanás! ¡Tú no piensas en las cosas de Dios sino en cuestiones humanas!» Luego llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Marcos 8: 33-35
Como ocho días después de que Jesús dijo esto, subió al monte a orar, y se llevó con él a Pedro, Juan y Jacobo. Y mientras oraba, cambió la apariencia de su rostro, y su vestido se hizo blanco y resplandeciente. Aparecieron entonces dos hombres, y conversaban con él. Eran Moisés y Elías, que rodeados de gloria hablaban de la partida de Jesús, la cual se iba a cumplir en Jerusalén. Lucas 9:28-31