ALIMENTO DIARIO

  • "Cuando dan ganas de huir"


  • julio 30, 2015

  • «Tú, deja tus pesares en las manos del Señor, y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a sus fieles caídos para siempre.» Salmo 55:22

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  • "Bajo la sombra"


  • julio 29, 2015

  • «Dios mío, ¡cuán preciosa es tu misericordia! ¡La humanidad se acoge a la sombra de tus alas! En tu templo se sacian de ricos alimentos; tú apagas su sed en un río de aguas deliciosas. En ti se halla el manantial de la vida, y por tu luz podemos ver la luz.» Salmo 36:7-9

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  • "Sin pereza para crecer"


  • julio 28, 2015

  • «Te alabo, Señor, porque me escuchas, y porque me das tu salvación. La piedra que los constructores rechazaron, ha llegado a ser la piedra angular. Esto viene de parte del Señor, y al verlo nuestros ojos se quedan maravillados. Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijaremos.» Salmo 118:21-24

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  • "Dolor y amor"


  • julio 27, 2015

  • «En ese momento, un intérprete de la ley se levantó y, para poner a prueba a Jesús, dijo: ‘Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?’ Jesús le dijo: ‘¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees allí?’ El intérprete de la ley respondió: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.’ Jesús le dijo: ‘Has contestado correctamente. Haz esto, y vivirás.'» Lucas 10:25-28

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  • "SOS"


  • julio 24, 2015

  • «Tan sólo pido que no se alegren de mí; ¡que no se burlen de mí, si acaso caigo! En realidad, estoy a punto de caer, y mi dolor no me abandona. Por eso, voy a confesar mi maldad; pues me pesa haber pecado. Mis enemigos están sanos y fuertes; aumentan los que me odian sin razón. Los que me pagan mal por bien me atacan porque prefiero hacer lo bueno. Señor, ¡no me abandones! Dios mío, ¡no te alejes de mí! Señor, mi salvador, ¡ven pronto en mi ayuda!» Salmo 38:16-22

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  • "Un nuevo comienzo"


  • julio 23, 2015

  • «Hermanos, les rogamos que sean considerados con los que trabajan entre ustedes, y que los instruyen y dirigen en el Señor. Ténganlos en alta estima y ámenlos por causa de su obra. Y ustedes, vivan en paz.» 1 Tesalonicenses 5:12-13

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  • "La mano extendida"


  • julio 22, 2015

  • «Pedro le dijo: ‘Señor, si eres tú, manda que yo vaya hacia ti sobre las aguas.’ Y él le dijo: ‘Ven.’ Entonces Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. Pero al sentir la fuerza del viento tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ‘¡Señor, sálvame!’ Al momento, Jesús extendió la mano y, mientras lo sostenía, le dijo: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?'» Mateo 14:28-31

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  • "Declara tu amor"


  • julio 21, 2015

  • «Mi Señor, mi fortaleza, ¡yo te amo! Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío! Yo te invoco, Señor, porque sólo tú eres digno de alabanza; ¡tú me salvas de mis adversarios! Los lazos de la muerte me rodearon; ¡me arrolló un torrente de perversidad! Pero en mi angustia, Señor, a ti clamé; a ti, mi Dios, pedí ayuda, y desde tu templo me escuchaste; ¡mis gemidos llegaron a tus oídos!» Salmo 18:1-4; 6

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  • "Feliz"


  • julio 20, 2015

  • «Dichoso aquél cuyo pecado es perdonado, y cuya maldad queda absuelta. Dichoso aquél a quien el Señor ya no acusa de impiedad, y en el que no hay engaño. Te confesé mi pecado; no oculté mi maldad. Me dije: ‘Confesaré al Señor mi rebeldía’, y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Por eso, todos tus fieles orarán a ti mientras puedas ser hallado. Aunque sufran una gran inundación, las aguas no los alcanzarán. ¡Tú eres mi refugio! ¡Tú me libras de la angustia! ¡Tú me rodeas con cánticos de libertad!» Salmo 32:1-2; 5-7

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  • "Orar y actuar"


  • julio 17, 2015

  • «Hemos reconstruido la muralla hasta la mitad de su altura; casi hemos terminado la obra porque tu pueblo tiene ánimo para restaurarla. Cuando Sambalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los habitantes de Asdod se enteraron de que estábamos reconstruyendo las murallas de Jerusalén, y de que estábamos cerrando sus brechas, se enojaron muchísimo, y se pusieron de acuerdo para atacarnos y destruir la ciudad de Jerusalén. Entonces oramos a nuestro Dios, pero también pusimos guardias de día y de noche.» Nehemías 4:6-9

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