"Una fe inquebrantable"

Jesús se fue a la región de Tiro y Sidón. ... tan pronto como una mujer, cuya hija tenía un espíritu impuro, supo que él había llegado, fue a su encuentro y se arrojó a sus pies. Esa mujer era griega, de nacionalidad sirofenicia, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio; pero Jesús le dijo: «Primero deja que los hijos queden satisfechos, porque no está bien quitarles a los hijos su pan y echárselo a los perritos.» La mujer le respondió: "Es verdad, Señor. Pero hasta los perritos comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos". Entonces Jesús le dijo: «Por esto que has dicho, puedes irte tranquila; el demonio ya ha salido de tu hija» (Marcos 7:24-29).Jesús se fue a la región de Tiro y Sidón. ... tan pronto como una mujer, cuya hija tenía un espíritu impuro, supo que él había llegado, fue a su encuentro y se arrojó a sus pies. Esa mujer era griega, de nacionalidad sirofenicia, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio; pero Jesús le dijo: «Primero deja que los hijos queden satisfechos, porque no está bien quitarles a los hijos su pan y echárselo a los perritos.» La mujer le respondió: "Es verdad, Señor. Pero hasta los perritos comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos". Entonces Jesús le dijo: «Por esto que has dicho, puedes irte tranquila; el demonio ya ha salido de tu hija» (Marcos 7:24-29).

Es sorprendente ver cómo Jesús pone a prueba a esta mujer por no ser parte del pueblo judío. Una prueba difícil de pasar. Una prueba que demanda un corazón quebrantado y una fe verdadera.

¿Qué podemos ver en esta historia y qué es lo que no alcanzamos a apreciar con claridad?

A simple vista podemos ver a una mujer angustiada por su hija enferma, pidiendo ayuda a Jesús. Al mismo tiempo podemos ver a Jesús aparentemente menospreciando a esa mujer, comparándola con un perro. A simple vista parece que esta historia no terminará bien.

Pero ahora mirémosla a través de los ojos de la fe. Sabemos bien que Jesús trajo salvación para todas las naciones del mundo. Pero Él quería que la mujer entendiera eso. La mujer, por su parte, había escuchado hablar de Jesús y de sus obras y posiblemente también había escuchado el rumor de que Jesús era el Mesías prometido. ¿Y qué sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios? Romanos 10:17 dice que la fe proviene del oír la Palabra, y esto es exactamente lo que estaba pasando.

Por fe esa mujer fue tras Jesús, por fe se aferró a Él como Señor y Salvador y por su fe, Jesús sanó a su hija.

Querido Señor, fortalece mi fe para confiar en ti aun en los momentos más difíciles. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Qué haces cuando crees que Dios no responde tus oraciones?
* ¿Qué puedes hacer cuando eso te sucede?

Cristian Morales

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