ALIMENTO DIARIO

  • "Todavía necesitamos al Salvador"


  • octubre 15, 2008
  • Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:19-20Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:19-20


  • Cada tanto el Señor me confronta con la realidad. Hace 78 años que el programa radial La Hora Luterana (en inglés) comparte la historia de la salvación con el mundo pecador. A esta altura uno pensaría que la mayoría del mundo debería haber escuchado hablar de Cristo. Que los misioneros, ministros, pastores, predicadores, maestros, y una maravillosa multitud de voluntarios habrían compartido con éxito la victoria que el Salvador obtuvo sobre el pecado, la muerte, y la tumba. Uno pensaría que ya se habrían hecho discípulos de todas las naciones.

    Eso es lo que uno pensaría… pero si uno pensara así, estaría equivocado.

    De ahí el llamado a la realidad que nos hace el Señor. La semana pasada, la CNN pasó una noticia que venía de Zimbabwe donde un jugador de fútbol se había ahogado en un río infectado de cocodrilos.

    ¿Sabe por qué estaba en un río infectado de cocodrilos? Porque estaba tomando parte de un ritual para limpiar al equipo de espíritus malignos antes del partido que iban a jugar. Los directores técnicos del equipo habían ordenado a los diecisiete miembros del equipo que nadaran en el río Zambezi, que desemboca en las cataratas Victoria, diciéndoles que así se limpiarían de espíritus malignos. De los diecisiete que entraron al río, sólo dieciséis salieron.

    Una razón más por la cual la proclamación de la Palabra de Dios necesita continuar. Una razón más por la cual es necesario que seamos testigos, y compartamos lo que el Salvador ha hecho en nuestra vida.

    Una razón más por la cual le pido que ore para que cada vez seamos más los que hagamos discípulos de todas las naciones.

    ORACIÓN: Querido Padre celestial, te pido por quienes están perdidos porque aún no te conocen, por quienes nunca han escuchado acerca de ti, y por quienes han dejado de escuchar. Usa a tus testigos dondequiera que se encuentren para que más corazones sean alcanzados con la victoria que Jesús obtuvo por ellos en la cruz del Calvario y la tumba vacía. En su nombre. Amén.