"Sin excusas"

Jesús les dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra". Juan 4:34Jesús les dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra". Juan 4:34

¿Alguna vez recibió una carta diciendo que debía presentarse para servir como jurado? Si así fue, ¿cuál fue su reacción?

Hasta donde yo sé, la mayoría de las personas que reciben tal tipo de carta inmediatamente comienzan a pensar en una excusa para no tener que hacerlo.

Por ejemplo, una señora mayor le dijo al Juez que tenía cuatro entradas para ir a una de las últimas grabaciones del show de Oprah (antes que dejara de salir al aire). El Juez la excusó de servir como jurado.

Ahora, no todas las excusas son malas. Por ejemplo, hace unos años, Michael Wylie recibió una de esas cartas, pero la ignoró… al igual que todas las que le siguieron. Como el ignorar tales cartas es considerado un acto criminal en el estado de Massachusetts, el estado hizo una demanda contra él.

Pero en este caso, Michael tenía una buena razón: estaba muerto. En realidad, él había muerto unos días después de haber recibido la primera carta. Desafortunadamente, nadie se había tomado el tiempo de fijarse en esa posibilidad.

¿Qué tiene que ver todo esto con nuestra devoción? Ayer pasé un buen tiempo tratando de encontrar en las Escrituras la excusa que Jesús dio cuando se le pidió que viniera al mundo a rescatar a la humanidad perdida.

Y, ¿saben qué? No encontré ninguna, lo cual me sorprendió. Después de todo, se le estaba pidiendo que diera su vida, no sólo unas horas o semanas. Más aún… no se le estaba pidiendo que viniera a juzgar nuestra inocencia o culpabilidad, sino que viniera a ocupar nuestro lugar en la condena a muerte que nos correspondía a nosotros.

Por más que busquemos, nunca vamos a encontrar a Jesús inventando excusas para no ser nuestro Salvador.

Al contrario, lo vamos a escuchar diciendo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra».

Demos gracias a Dios por tenernos tanta misericordia.

ORACIÓN: Señor Jesús, te damos gracias porque tú eres el Salvador y nosotros los salvados. Gracias por tu vida, tu sacrificio en la cruz, y tu resurrección. Concédeme la gracia de confiar siempre en ti. En tu nombre. Amén.

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