ALIMENTO DIARIO

  • "Sí me importa"


  • junio 28, 2011
  • Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto? Nosotros recibimos de él este mandamiento: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:20-21Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto? Nosotros recibimos de él este mandamiento: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:20-21


  • Recientemente, unos científicos cubanos predijeron que, para fines de siglo, los niveles del mar alrededor de su país se elevarían en unos 75 cm.

    Cuando leí eso me asusté. Luego, pensé que en realidad, no tenía por qué asustarme, porque no vivo en Cuba, y además, para cuando eso ocurra, al fin del siglo, voy a tener más de 150 años.

    Pero, finalmente, me puse a pensar que, si todos tomamos la actitud de «sálvese quien pueda», este mundo va a seguir siendo un lugar muy triste. Aunque en realidad, por causa del pecado, siempre va a ser un lugar de tristeza y sufrimiento.

    Pero eso no quiere decir que, como cristiano, deba aceptar o siquiera hacerme eco de tan oscuros pronósticos. Porque gracias a la redención y salvación que he recibido a través de Jesús, tengo la posibilidad de darle gracias ayudando a los demás.

    Eso es lo que Juan estaba tratando de compartir con sus lectores cuando escribió que uno no puede amar a Dios y no mostrar ese amor amando a los demás. Cuando hacemos lo que es correcto y tratamos amablemente a los demás, estamos honrando al Salvador.

    Le invito a que juntos hagamos todos lo que está a nuestro alcance, tan a menudo como podamos, y por tantas personas como nos sea posible. En el nombre del Salvador acerquémonos a los demás, y reflejemos todo lo maravilloso que Jesús ha hecho en nuestras vidas y en nuestros corazones.

    ORACIÓN: Señor Jesús, tú viniste al mundo para que no quedáramos separados, solos y condenados. Por todo lo que has hecho por nosotros te damos gracias. Te pedimos que nos motives a dar testimonio de ti con nuestras vidas de tal manera que muchos más sean bendecidos. En tu nombre. Amén.

    © Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones