ALIMENTO DIARIO

  • "Seamos astutos"


  • mayo 10, 2011
  • Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz. Lucas 16:8Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz. Lucas 16:8


  • ¿Alguna vez fue asaltado? La mayoría de nosotros, gracias al Señor, no hemos pasado por tan aterradora experiencia. Pero una señora en California no puede decir lo mismo.

    Un día, cuando iba a bajar del automóvil las cosas que había comprado, se le aparecieron dos hombres jóvenes, uno de ellos armado, y le exigieron que les diera dinero. Muy sabiamente ella hizo todo lo que le ordenaron (nunca hay que discutir con alguien que nos está apuntando con un arma).

    Volviendo a la historia, una vez que la señora les entregó el dinero y los ladrones lo contaron, le dijeron que les tenía que dar más, a lo que la mujer respondió que en su cartera no tenía más, pero que sí tenía bastante dentro de su casa.

    Los ladrones, confiados, le ordenaron entonces que fuera adentro a buscarlo. La mujer así lo hizo: entró en su casa, llamó a la policía, y en unos minutos los ladrones fueron arrestados.

    El mensaje de esta historia es que los cristianos pensamos que el demonio y el mundo son muy listos. Personalmente, yo creo que muchas veces sobreestimamos las artimañas del diablo.

    Por ejemplo, Adán y Eva pudieron haber dicho: «No, Dios no quiere que comamos esa fruta», y ese habría sido el final de esa tentación. David pudo haber dicho: «Bella mujer, pero Dios no quiere que yo cometa adulterio». Los hermanos de José pudieron haber dicho: «Sí, ese hermano nuestro con sus sueños es una molestia, pero sigue siendo nuestro hermano».

    La verdad es que los mandamientos de Dios son muy claros, y las tentaciones de Satanás son muy débiles. El problema se presenta cuando creemos que podemos jugar con esas tentaciones y quizás ignorar al Señor… aunque sólo sea un poco. Cuando creemos que podemos controlar las tentaciones, es cuando menos podemos hacerlo.

    Entonces, en gratitud a nuestro Redentor, evitemos lo malo y hagamos lo correcto.

    ORACIÓN: Padre, ayúdanos a hacer lo que debemos y a evitar lo que no debemos hacer. Enséñanos a vivir este día, y todos los días, en agradecimiento a Jesús, nuestro Redentor, Salvador y amigo. En su nombre. Amén.

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