ALIMENTO DIARIO

  • "Reconciliados con el Padre"


  • septiembre 9, 2011
  • Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación. 2 Corintios 5:18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación. 2 Corintios 5:18


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    Hace poco estaba conversando sobre la vida y la religión con Hussein, un hombre de trasfondo musulmán.

    Él me explicaba su fe, y me decía que trataba de agradar a su dios siendo obediente a la ley, creyendo que, de esa forma, dios lo iba a perdonar.

    Honestamente hablando, ese tipo de discusiones generalmente no llevan a ninguna parte. Fue por ello que decidí hablarle del amor del Padre celestial. A medida que iba hablando, en sus ojos pude ver cuánto necesitaba en su corazón y en su espíritu ese amor y esa paz que sólo el Padre puede dar.

    Tal necesidad me recordó una historia que ha sido contada en muchos países y culturas. Comienza cuando un hombre tuvo una pelea con su hijo, y a raíz de ella el hijo se fue para nunca regresar. El padre lo buscó por todos lados, pero no logró encontrarlo. Un día decidió poner un aviso en un diario que decía: «Hussein, este es tu padre. Te perdono. Te amo, y quiero que te encuentres conmigo frente al edificio de este periódico mañana al mediodía».

    Al día siguiente, 300 jóvenes de nombre Hussein aparecieron allí para recibir el perdón de sus padres.

    Tal historia hizo que al Hussein con quien yo estaba hablando se le abrieran los ojos a un nuevo amor, un amor del que nunca antes había escuchado hablar, un amor que nunca antes había experimentado.

    Hussein estaba ansioso por recibir el amor del Padre en su corazón, así es que oramos juntos y, por el poder del Espíritu Santo, se ha vuelto cristiano.

    Esto me lleva a decir a todo aquél que lea esta devoción: «Ven, tu Padre te está esperando».

    ORACIÓN: Señor, gracias por darnos el privilegio de tenerte como nuestro Padre. Gracias por habernos reconciliado a través de tu Hijo, quien cargó nuestros pecados en la cruz. En su nombre te damos gracias. Amén.

    Biografía del autor:Esta devoción fue escrita por un voluntario de la Oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en el Líbano.

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