+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, en lugar del pescado le da una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le da un escorpión? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! Lucas 11:11-13¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, en lugar del pescado le da una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le da un escorpión? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! Lucas 11:11-13
En clase de gramática diríamos que todas estas preguntas que Jesús hizo, son preguntas retóricas. Mi profesor de gramática en la escuela secundaria me enseñó que una pregunta retórica es aquélla que tiene una respuesta tan obvia, que no necesita ser respondida.
Si uno lee otra vez el texto para el día de hoy, indudablemente va a pensar que ningún padre haría ninguna de esas cosas a su hijo… nunca… de ninguna manera.
Pero la semana pasada vi un video que me hizo pensar que quizás esas preguntas de Jesús no fueran tan retóricas.
El video mostraba a un espectador en un partido de béisbol que trató de atajar una pelota que habían bateado en su dirección. Hasta ahora, no hay nada malo. Lo malo comenzó cuando se vio que trató de hacerlo mientras sostenía, con la otra mano, a su pequeña hija… y para poder atajar la pelota, ¡la dejó caer!
En definitiva, la esposa lo miró feo, la hija le pegó en el pecho, y él se quedó sin atajar la famosa pelota.
La razón por la cual comparto esta historia, es porque creo que refleja muchas más cosas. En los últimos años he escuchado a muchos padres decir cosas como: «A mí mis padres me obligaron a ir a la iglesia, así que yo no les voy a hacer lo mismo a mis hijos». O: «Cuando mi hijo sea más grande va a decidir por sí mismo si quiere ir a la iglesia o no».
Para muchos, esos razonamientos suenan modernos y sofisticados. Para mí, suenan como que algunos padres están dejando caer a sus hijos. Pensemos un poco. ¿Acaso hacen lo mismo con respecto a aprender a leer o a escribir? ¿Acaso dicen que van a esperar a que su hijo crezca para que decida por sí mismo si va a querer ser bien educado, o si va a querer usar pañales? Por supuesto que no. A sus hijos les enseñan las cosas importantes.
No cabe duda que el Señor creó a los padres para que puedan mostrar a sus hijos el camino a seguir. Los padres fueron diseñados para ser los testigos del Salvador ante sus pequeños. Testigos de Jesús. Eso es lo que los padres deben ser.
ORACIÓN: Señor, te pedimos por todos los padres, especialmente por los padres cristianos, a quienes has confiado una magnífica oportunidad. Haz que cada padre se esfuerce por reflejar de la mejor manera posible el amor que ha recibido de Jesús. En su nombre. Amén.
© Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones