"Nuestros talentos"

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. 1 Corintios 12:4-6Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. 1 Corintios 12:4-6

Hace más de un centenar de años que los ricos y famosos se reunieron para asistir a un concierto. El concierto presentaba a una joven cantante muy talentosa, cuyo nombre era Charlotte Elliot.

Inmediatamente después del concierto, un pastor (que había presenciado el concierto) fue a ver a la cantante en su camerino, y le dijo muy comedidamente: «Mientras te escuchaba pensaba que el mensaje de Cristo se beneficiaría mucho si dedicaras tus talentos como cantante a su causa. Tú sabes que ante los ojos de Dios eres pecadora, pero me siento muy orgulloso de decirte que la sangre de Jesucristo puede limpiarte de todo pecado».

Las palabras del Pastor no fueron bien recibidas por la cantante, quien se dio media vuelta y se fue. Antes de que desapareciera por completo, el pastor alcanzó a decirle: «No te quise ofender, espero que el Espíritu Santo te diga lo mismo».

La cantante regresó a su casa, pero esa noche no pudo dormir porque las palabras que le había dicho el pastor le daban vueltas por la mente.

Como a las 2 de la mañana se levantó de su cama, tomó lápiz y papel, y escribió las siguientes palabras: «Tal como soy, de pecador, sin más confianza que tu amor. A tu llamado vengo a ti, Cordero de Dios, heme aquí.»

Así fue como Dios llamó a su servicio a Charlotte Elliot, junto con sus talentos… Y esa misma noche la utilizó para darle al mundo un himno muy poderoso.

Yo no sé cómo Dios le puede utilizar a usted, ni sé cuáles son sus talentos. Pero aún así estoy seguro que Dios, quien envió a su Hijo para salvarle, también le dio un talento para que usted lo utilice para alabarle, para mostrarle su aprecio, y para bendecir a otras personas.

ORACIÓN: Gracias, Dios, por darme el gran regalo de un Salvador. Gracias porque, por tu gracia y misericordia, me has bendecido también con talentos para que los use. Ayúdame a saber cuáles son, y cómo debo utilizarlos. Te lo pido en el nombre de nuestro bendito Salvador Cristo Jesús, quien dio todo por nuestra salvación. Amén.

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