+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16
Una cosa es la verdad… y otra cosa es la verdad A MEDIAS.
Un ejemplo interesante de una verdad A MEDIAS es la Regla 46 de la muy exclusiva, lujosa, y llena de reglas Sociedad Oxford Union en Londres. Con el fin de evitar que haya perros en sus instalaciones, la Regla 46 dice: «Todo miembro que entre a las instalaciones de la Sociedad con un perro recibirá una multa de £1. Todo animal que guíe a una persona ciega será considerado como si fuera un gato».
Decir que un perro es un «gato» es una verdad A MEDIAS. En estos tiempos en que muchos creen que no existe la verdad absoluta y que nada está completamente equivocado, es común para las personas usar verdades A MEDIAS.
En contraste con lo que nosotros hacemos, Dios nunca usa verdades A MEDIAS. Dios odia el pecado, y así lo dice. Él quiere salvarnos de nuestro pecado a través de su Hijo Jesucristo, y así lo dice. Fijémonos nuevamente en el texto de esta devoción: Dios amó… Dios dio… Dios salva a quienes creen. Su lenguaje es muy simple y muy directo.
Siguiendo el ejemplo de Dios, y para ser honestos con nosotros mismos y con los demás, les aliento a que digan la VERDAD EN AMOR. Eso es lo que San Pablo dijo a la iglesia en la ciudad de Éfeso, y también a todos nosotros, cuando escribió: «… hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo» (Efesios 4:15 – LBLA).
Hablando la VERDAD EN AMOR. Eso es lo que Jesús siempre hizo. Eso es lo que no alienta a hacer hoy.
De una devoción escrita originalmente para «By the Way»
ORACIÓN: Querido Padre celestial, enséñame tus caminos. Ayúdame para que no actúe como quienes no te conocen, sino que hable la verdad en amor, para que los demás puedan verte a ti y reconocerte como Señor y Salvador. En el nombre de tu hijo Jesús. Amén.