ALIMENTO DIARIO

  • "La creación y yo"


  • octubre 28, 2014
  • ¡Alabado sea el Señor desde los cielos! ¡Alabado sea el Señor en las alturas! ¡Que alaben al Señor todos sus ángeles! ¡Que alaben al Señor todos sus ejércitos! ¡Que alaben al Señor el sol y la luna! ¡Que alaben al Señor las estrellas refulgentes! Salmo 148:1-3¡Alabado sea el Señor desde los cielos! ¡Alabado sea el Señor en las alturas! ¡Que alaben al Señor todos sus ángeles! ¡Que alaben al Señor todos sus ejércitos! ¡Que alaben al Señor el sol y la luna! ¡Que alaben al Señor las estrellas refulgentes! Salmo 148:1-3


  • Enamoradas, las parejas miran a la luna y recitan poesías, mientras el alma solitaria mira a la luna y divaga sobre los misterios del universo. El salmista clama: «¡Que alaben al Señor el sol y la luna! ¡Que alaben al Señor las estrellas refulgentes!» (Salmo 148:3). Seguro del amor de Dios, el salmista canta e invita a todas las personas que alaben a Dios, el Salvador. Ancianos, niños y jóvenes son llamados a testificar: «Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y de él somos» (Salmo 100:3a).

    La próxima vez que veas la luna, recuerda que ella, al igual que toda la creación, alaban al Creador, anunciando las obras de sus manos. Tú también has sido creado por él. ¡Alaba al Señor!

    ORACIÓN: Señor Dios, gracias por la bella creación y por hacernos tuyos con tu amor. Que la maravilla de la creación dirija mis ojos a tu grandeza. En el nombre de Jesús. Amén.

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