"Jesús es la única esperanza"

Así también son los que de Dios se olvidan; así termina la esperanza de los malvados. Toda su esperanza y su confianza son tan frágiles como la tela de una araña. Job 8:13-14Así también son los que de Dios se olvidan; así termina la esperanza de los malvados. Toda su esperanza y su confianza son tan frágiles como la tela de una araña. Job 8:13-14

El libro de Job habla sobre quienes olvidaron a Dios… y compara su confianza con la tela de una araña.

Harry Young debía haber leído el libro de Job antes de intentar su hazaña.

Permítame explicarles quién fue Harry. Hace algunos años, en New York, miles de personas se pararon para ver, o por lo menos para observar por unos pocos minutos, el coraje y la habilidad de Harry Young.

Para observarlo bien tuvieron que mirarlo desde el otro lado de la calle en donde él estaba actuando, y aún así tuvieron que alzar y doblar sus cabezas tanto como pudieron.

Tanto en las propagandas como en los carteles en que se anunciaba su hazaña, se veía la figura de Harry, quien se apodaba a sí mismo «La mosca humana».

Harry se había convertido en una leyenda porque escalaba edificios por la parte de afuera. Si había un edificio que no podía ser escalado, allí estaba Harry listo a demostrar que sí se podía escalar… y lo hacía sin ninguna protección ni herramienta de seguridad.

En realidad era un acto de desafío a la muerte… hasta el día que intentó escalar la torre del Hotel Martinique, en Broadway. Harry comenzó a escalar el edificio muy confiado y seguro. Pero cuando estaba por llegar al punto más alto del edificio, no encontró el punto de apoyo que necesitaba. Harry reaccionó rápidamente y se agarró de un saliente del edificio muy débil, y obviamente inseguro.

La gente que lo observaba contuvo el aliento, y su esposa se desmayó cuando lo vio caer estrepitosamente sobre el pavimento. Algunos llegaron a decir que en sus manos tenía partes de la «tela de una araña»… una tela que no resultó suficientemente fuerte.

Lo que quiero enseñar con este devocional es que, si usted quiere poner su confianza en algo, asegúrese primero que sea lo suficientemente fuerte para sostenerse.

Personalmente, creo que no hay nada más sólido y seguro que nuestro Salvador. En su corta vida aquí en la tierra, él cumplió todas las promesas de las cuales escribieron los profetas miles de años antes que él viniera. Pero hay más: él sanó enfermos, resucitó muertos, resistió tentaciones, puso al demonio en su sitio, tomó nuestros pecados, y murió por nuestras transgresiones.

Ese mismo Señor crucificado y resucitado nos hace una promesa en Juan 11:25-26. Nos dice: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.» ¿Tú crees esto?

Considerando todo lo que el Salvador hizo por nosotros, cómo no vamos a confiar en él.

ORACIÓN: Padre celestial, sabemos de sobra que el mundo nos ofrece muchas cosas que nos prometen una vida duradera. Pero sabemos que sólo tú nos das la vida eterna. Mirando confiadamente a la cruz y a la tumba vacía, mi vida se llena de la seguridad que sólo tú me puedes dar. En tu bendito nombre oro. Amén.

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