"¿Habrá fe?"

Si alguno de ustedes tiene un siervo que ara o apacienta el ganado, ¿acaso cuando él vuelve del campo le dice: "Pasa y siéntate a la mesa"? ¡No! Más bien, le dice: "Prepárame la cena, y arréglate la ropa para servirme mientras yo como y bebo. Después podrás comer y beber tú." Lucas 17:7-8Si alguno de ustedes tiene un siervo que ara o apacienta el ganado, ¿acaso cuando él vuelve del campo le dice: "Pasa y siéntate a la mesa"? ¡No! Más bien, le dice: "Prepárame la cena, y arréglate la ropa para servirme mientras yo como y bebo. Después podrás comer y beber tú." Lucas 17:7-8

Se habrán dado cuenta que el Señor Jesús no pregunta si cuando vuelva va a encontrar iglesias.

Tampoco pregunta si va a encontrar pastores… o instituciones para-eclesiásticas, o denominaciones religiosas. Lo que él pregunta, es: «¿Voy a encontrar fe en la tierra cuando regrese?»

Hace años, la primera vez que leí esas palabras, pensé que la pregunta de Jesús era retórica. Es que la respuesta era tan obvia, que no era necesario que nadie la respondiera. Ahora ya no estoy tan seguro.

Sin embargo, encuestas recientes sobre el clérigo y el laicado me han llevado a creer que Jesús hablaba muy en serio. Una de ellas dice que más y más cristianos están inventando su propia fe, o sea, que lo que la autoridad final que determina lo que creen depende de su opinión personal, y no de lo que dice la Palabra de Dios. Si a uno le gusta una doctrina, la sigue. Si no le gusta, la tira por la ventana.

El resultado de todo esto termina siendo algo que no tiene nada que ver con la fe salvadora que nos revela la Palabra de Dios en la Biblia.

Por otro lado, otro estudio ha encontrado que la mayoría de los pastores cree que, en los próximos diez años, la importancia de identificarse con una denominación va a disminuir. Esto no me sorprende, especialmente cuando he visto congregaciones que se han deshecho de las cruces para no ofender a nadie, y cuando la Biblia es censurada para hacerla más aceptable.

No me queda duda que Jesús hablaba muy en serio cuando preguntó si a su regreso encontraría fe en la tierra.

Por mi parte, estoy orgulloso de ser parte de una denominación que, a pesar de sus numerosas fallas y errores, todavía se esfuerza por mantenerse fiel a la Palabra y los Sacramentos. Y doy gracias por esta institución, Cristo Para Todas Las Naciones, que predica al Cristo que nunca cambia, aún en medio de un mundo que está en constantes cambios.

Sé que predicar en base a la Biblia y presentar al Cristo crucificado y resucitado no es popular, y ciertamente ofende a muchos. Pero, aún así, prefiero compartir la Palabra de Dios y ofender a un pecador, y no complacer a un pecador y defraudar a mi Salvador.

Más aún, doy gracias al Señor por la Iglesia que me ha dado y por las instituciones que aún predican al Cristo que nunca cambia.

Si continuamos haciéndolo, por la gracia de Dios, y con el poder del Espíritu Santo, el Hijo del hombre va a encontrar fe cuando regrese a la tierra.

ORACIÓN: Señor, más allá de lo que otros hagan y digan, yo y mi casa nos aferramos a la cruz y a la tumba vacía. Ayúdanos a permanecer fieles y a que nuestras luces brillen para quienes aún viven en la oscuridad. En el nombre de Jesús. Amén.

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