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ALIMENTO DIARIO
Aclamen al Señor, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. 1 Crónicas 16:34Aclamen al Señor, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. 1 Crónicas 16:34
No hace mucho tiempo oí la historia de un padre y su hija que quisieron sorprender graciosamente a su esposa y madre.
Una tarde, cuando la mamá se encontraba fuera de casa, padre e hija se dedicaron a limpiar la casa de arriba abajo, ¡y de verdad la dejaron como una joya! El baño, la cocina, los dormitorios, el estar, todo lucía impecable.
Cuando terminaron ambos estaban exhaustos, pero con la satisfacción de la misión cumplida. Apenas podían esperar a que regresara la esposa y madre: querían ver la cara que iba a poner cuando viera todo tan limpio y arreglado.
Grande fue su disgusto cuando al llegar ella miró la cocina, los dormitorios, la sala, y luego, sin decir ni una palabra, se sentó en un sillón y se puso a mirar televisión.
Finalmente, la hija no pudo contener más su disgusto, y dijo: «Mamá, ¿te diste cuenta?» «¿Me di cuenta de qué?», le contestó la madre. «¿No te diste cuenta de todo el trabajo que hicimos en la casa? Trabajamos mucho para que tú encontraras todo limpio y lindo.»
Entonces la mamá, con una gran sonrisa, dijo: «Sí mi amor, es claro que me di cuenta. Muchas gracias. Hicieron un buen trabajo. Es el mismo trabajo que yo hago todos los días. Ahora se dan cuenta que es un trabajo muy desagradecido.»
Me pregunto si Jesús alguna vez pensó lo mismo. Él pasó toda su vida haciendo las cosas que a nosotros no nos gustaría hacer… y que tampoco podemos hacer. Jesús resistió todo pecado y tentación, y sacrificó su vida en la cruz por nosotros. Desafortunadamente, hay muchas personas que toman todo eso como un regalo sin importancia.
Queridos hermanos, que entre ustedes no sea así. El regalo de Jesús de perdón y vida eterna es un trabajo de amor indescriptible e increíble, por lo que no debemos olvidarnos de agradecerle siempre.
ORACIÓN: Señor Dios, permite que mi corazón vea la magnitud de tu sacrificio para que siempre te agradezca tu bondad y misericordia. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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