ALIMENTO DIARIO

  • "El día y la hora final"


  • noviembre 5, 2015
  • "Y así como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después venga el juicio." Hebreos 9:27"Y así como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después venga el juicio." Hebreos 9:27


  • Hace unos años conocí a una persona que, cada vez que soñaba con alguien, a las dos semanas esa persona se moría.

    Cuando era joven, él pensaba que tenía la obligación de avisarle a la persona que se iba a morir así, si esa persona quería, podía prepararse para su último día.

    Pero antes de continuar con la historia de este soñador, déjeme hacerle una pregunta. Si usted se hubiera encontrado con este señor, ¿le hubiera gustado saber cuándo sería su último día en la tierra?

    Durante varios años he tenido la oportunidad de hacer esta pregunta repetidamente, y las respuestas las he separado en dos grupos. El primer grupo dice que sí le gustaría saber con anticipación el día de su partida, porque de esa manera podrían planear su funeral, escoger los himnos, escoger a las personas que llevarían el féretro, y hasta diseñar su propia lápida. Además, tendrían tiempo para pedir perdón a las personas a quienes hubieran ofendido. Ah, y también tendrían tiempo de despedirse de sus familiares y amigos.

    El segundo grupo dice que, definitivamente, no les gustaría saber cuándo van a morir. Ellos afirman que estarían satisfechos con la decisión de Dios en este sentido, que cada día se arrepienten de lo mal que han hecho y se disculpan personalmente con las personas a quienes han ofendido, y que no quieren esperar hasta el último momento para planear su propio funeral… y menos para diseñar su propia lápida.

    Como puede ver, querido lector, hay dos puntos de vista diferentes en cuanto a esta pregunta. ¿En cuál de los dos grupos se situaría usted?

    Y para continuar con la historia de la persona que soñaba, él mismo decidió recolectar la información y encontró que, cuando las personas sabían cuándo iban a morir, no actuaban de acuerdo con la situación, sino que trataban de buscar maneras de prolongar su vida. Algunos hasta le preguntaban si haciendo algo podrían cambiar la situación, y obviamente él no tenía las respuestas que ellos esperaban recibir. Lo único que él sabía, era que definitivamente iban a morir y así se los hacía saber.

    Nuestro Padre Celestial nos dice que todos vamos a morir. Y es por ello que necesitamos un Salvador. El Padre Celestial también nos dice que todos los que creemos en su Hijo vamos a escapar de la muerte eterna, y vamos a vivir para siempre con él. Esa es la verdad: Jesús vivió, murió y resucitó, para que nuestros pecados sean perdonados y de esa manera formemos parte de la familia del Señor.

    ¡Jesús reemplazó el sueño de la muerte por la vida eterna con él!

    ORACIÓN: Padre celestial, ayúdame a apreciar y a reconocer que tú eres el único que gobierna el universo. No entendemos ni tu tiempo ni el por qué de ciertas cosas que tú haces, pero sí sabemos que somos tus hijos, y entendemos que tu voluntad y tus designios van más allá de los nuestros. Ayúdanos a confiar cada vez más en ti. En el nombre de Jesús. Amén.

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