+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Además, Jesús les contó una parábola en cuanto a la necesidad de orar siempre y de no desanimarse (Lucas 18:1).
¿Has intentado alguna vez hablarle a alguien por mensaje y ves que lo leyó, pero no contesta? Te dejan en “visto” pero no te responden. Uno se queda esperando, dudando, preguntándose si algo está mal o si sencillamente lo están ignorando. Así se puede sentir la oración a veces: como si habláramos y del otro lado hubiera solo silencio. Pero Jesús, sabiendo que eso iba a pasarnos, nos contó esta parábola para no desanimarnos, aun cuando Dios parece en silencio.
Este domingo es el decimonoveno domingo después de pentecostés y recordamos que la fe se aferra a la Palabra y a las promesas de Dios y persevera en la oración.
En Lucas 18:1, Jesús nos habla de una viuda que no se rindió. No tenía poder ni recursos, pero sí una fe que se aferraba. Le insistió a un juez injusto hasta que le hizo justicia. Jesús no está diciendo que Dios sea como ese juez indiferente. Está resaltando que, si hasta alguien sin compasión responde a la perseverancia, ¡cuánto más responderá nuestro Dios justo, misericordioso y cercano!
Lo importante no es tu esfuerzo al orar, sino la Palabra a la que te aferras. Jesús ya abrió el camino para que puedas hablar con el Padre. Ahora te invita a confiar, no porque tú tengas una fe grande, sino porque Sus promesas son grandes. La fe verdadera no se basa en emociones, sino en lo que Dios dijo, en lo que Cristo hizo.
Y cuando flaqueas, cuando dudas o te cansas Jesús no te suelta. Él te perdona, te fortalece con su Palabra, con el Bautismo que te cubre, con la Santa Cena que te alimenta. Tu fe, incluso cuando parece débil, está en buenas manos. Aun en el silencio, Dios no te ha dejado en “visto”, Él está obrando.
Padre nuestro, gracias porque en Cristo podemos confiar, aunque no escuchemos respuestas inmediatas. Ayúdanos a perseverar en la oración, aferrados a Tus promesas firmes. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cómo te consuela saber que Dios escucha, incluso cuando guarda silencio?
* ¿Qué promesa de la Palabra te ayuda a seguir orando sin desanimarte?
Diaconisa Noemí Guerra
© Copyright 2025 Cristo Para Todas Las Naciones