Juan vivía como si quisiera atrapar al viento: quería que su hija de 15 años dejara de crecer. Ella era una buena muchacha cristiana y estaba muy entusiasmada con la fiesta de graduación del colegio, que para ella era algo muy importante. Pero Juan no la dejaba salir de casa. Juan era un buen cristiano pero su concepto de cristianismo estaba un poco confundido con su concepto de dominio absoluto. ¿Será capaz de reconocer su error?