ALIMENTO DIARIO

  • "CĂłmo es la Biblia"


  • mayo 6, 2022

  • Toda la Escritura es inspirada por Dios, y Ăștil para enseñar, para redargĂŒir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

  • Leer MĂĄs
  • "A salvo"


  • mayo 5, 2022

  • Era invierno, y en JerusalĂ©n se estaba celebrando la fiesta de la dedicaciĂłn. JesĂșs andaba en el templo, por el pĂłrtico de SalomĂłn. Entonces los judĂ­os lo rodearon y le dijeron: «¿Hasta cuĂĄndo vas a perturbarnos el alma? Si tĂș eres el Cristo, dĂ­noslo abiertamente.» JesĂșs les respondiĂł: «Ya se lo he dicho, y ustedes no creen; pero las obras que yo hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mĂ­. Si ustedes no creen, es porque no son de mis ovejas. Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna; y no perecerĂĄn jamĂĄs, ni nadie las arrebatarĂĄ de mi mano. Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos uno.» Juan 10:22-30

  • Leer MĂĄs
  • "Victoria"


  • mayo 4, 2022

  • DespuĂ©s de esto vi aparecer una gran multitud compuesta de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Era imposible saber su nĂșmero. Estaban de pie ante el trono, en presencia del Cordero, y vestĂ­an ropas blancas; en sus manos llevaban ramas de palma, y a grandes voces gritaban: «La salvaciĂłn proviene de nuestro Dios, que estĂĄ sentado en el trono, y del Cordero.» Todos los ĂĄngeles estaban de pie, alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y delante del trono inclinaron el rostro y adoraron a Dios. DecĂ­an: «¥AmĂ©n! A nuestro Dios sean dadas la bendiciĂłn y la gloria, la sabidurĂ­a y la acciĂłn de gracias, y la honra, el poder y la fortaleza, por los siglos de los siglos. ÂĄAmĂ©n!» Apocalipsis 7:9-12

  • Leer MĂĄs
  • "No tiene precio"


  • mayo 3, 2022

  • Desde Mileto Pablo enviĂł un mensaje a los ancianos de la iglesia de Éfeso, para que se reunieran con Ă©l. Cuando los ancianos llegaron, les dijo: «Ustedes saben cĂłmo me he comportado todo el tiempo, desde el primer dĂ­a que entrĂ© en Asia… Yo les ruego que piensen en ustedes mismos, y que velen por el rebaño sobre el cual el EspĂ­ritu Santo los ha puesto como obispos, para que cuiden de la iglesia del Señor, que el ganĂł por su propia sangre. Yo sĂ© bien que despuĂ©s de mi partida vendrĂĄn lobos rapaces, que no perdonarĂĄn al rebaño. Aun entre ustedes mismos, algunos se levantarĂĄn y con sus mentiras arrastrarĂĄn tras de sĂ­ a los discĂ­pulos. Por lo tanto, mantĂ©nganse atentos y recuerden que noche y dĂ­a, durante tres años, con lĂĄgrimas en los ojos siempre he aconsejado a cada uno de ustedes. Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra de bondad, la cual puede edificarlos y darles la herencia prometida con todos los que han sido santificados. Hechos 20:17-18, 28-32

  • Leer MĂĄs
  • "El pastor y el cordero"


  • mayo 2, 2022

  • Aunque deba yo pasar por el valle mĂĄs sombrĂ­o, no temo sufrir daño alguno, porque tĂș estĂĄs conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento. Salmo 23:4

  • Leer MĂĄs
  • "Las tres C del testimonio cristiano"


  • abril 29, 2022

  • En el año tercero del reinado de JoacĂ­n, rey de JudĂĄ, el rey Nabucodonosor de Babilonia vino a JerusalĂ©n y la sitiĂł… AdemĂĄs, el rey Nabocodonosor dio Ăłrdenes a Aspenaz, jefe de sus eunucos, de que se llevara a algunos israelitas pertenecientes a la familia real. DebĂ­an ser jĂłvenes bien parecidos y sin defectos fĂ­sicos, capacitados en todo conocimiento, inteligentes y capaces de aprender, y con las cualidades suficientes para estar en el palacio del rey. A Ă©stos Aspenaz debĂ­a enseñarles la escritura y la lengua de los caldeos. Daniel 1:1, 3-4

  • Leer MĂĄs
  • "AlegrĂ­a y amor"


  • abril 28, 2022

  • Cuando ya estaba amaneciendo, JesĂșs se presentĂł en la playa; pero los discĂ­pulos no se dieron cuenta de que era JesĂșs. Y Ă©l les dijo: «Hijitos, Âżtienen algo de comer?» Le respondieron: «No». Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca, y hallarĂĄn.» Ellos echaron la red, y eran tantos los pescados que ya no la podĂ­an sacar. Entonces el discĂ­pulo a quien JesĂșs amaba le dijo a Pedro: «¥Es el Señor!» Y cuando SimĂłn Pedro oyĂł que era el Señor, se puso la ropa (porque se habĂ­a despojado de ella) y se echĂł al mar. Los otros discĂ­pulos vinieron con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a doscientos codos de la orilla. Al descender a tierra, vieron brasas puestas, un pescado encima de ellas, y pan. JesĂșs les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de pescar.» SimĂłn Pedro saliĂł del agua y sacĂł la red a tierra, llena de grandes pescados. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de ser tantos la red no se rompiĂł. JesĂșs les dijo: «Vengan a comer.» Juan 21:4-12a

  • Leer MĂĄs
  • "Elogiando"


  • abril 27, 2022

  • Tan pronto como lo tomĂł, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron ante el Cordero. Todos llevaban arpas, y tambiĂ©n copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos, y entonaban un cĂĄntico nuevo, que decĂ­a: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado. Con tu sangre redimiste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y naciĂłn, y para nuestro Dios los hiciste reyes y sacerdotes, y reinarĂĄn sobre la tierra.» MirĂ© entonces, y alrededor del trono oĂ­ la voz de muchos ĂĄngeles, y de los seres vivientes y de los ancianos. Eran una multitud incontable; ÂĄmirĂ­adas y mirĂ­adas de ellos! A grandes voces decĂ­an: «Digno es el Cordero inmolado de recibir el poder y las riquezas, la sabidurĂ­a y la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.» Entonces oĂ­ que todo lo creado en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decĂ­an: «Al que estĂĄ sentado en el trono, y al Cordero, sean dadas la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.» Los cuatro seres vivientes decĂ­an: «AmĂ©n.» Y los veinticuatro ancianos se inclinaron y adoraron. Apocalipsis 5:8-14

  • Leer MĂĄs
  • "Anhelado"


  • abril 26, 2022

  • Saulo aĂșn lanzaba amenazas de muerte contra los discĂ­pulos del Señor cuando fue a ver al sumo sacerdote. AllĂ­ le pidiĂł cartas para las sinagogas de Damasco para que, en caso de hallar a hombres o mujeres de este Camino, los pudiera llevar presos a JerusalĂ©n. Pero sucediĂł que de pronto en el camino, ya cerca de Damasco, lo rodeĂł un poderoso haz de luz que venĂ­a del cielo y que lo hizo rodar por tierra, mientras oĂ­a una voz que le decĂ­a: «Saulo, Saulo, Âżpor quĂ© me persigues?» Y Ă©l contestĂł: «¿QuiĂ©n eres, Señor?» Y la voz le dijo: «Yo soy JesĂșs, a quien tĂș persigues. [Dura cosa te es dar de coces contra el aguijĂłn. Él, temblando de temor, dijo: «Señor, ÂżquĂ© quieres que yo haga?» Y el Señor le dijo:] LevĂĄntate y entra en la ciudad. AllĂ­ se te dirĂĄ lo que debes hacer.» Los acompañantes de Saulo se quedaron atĂłnitos, porque oĂ­an la voz pero no veĂ­an a nadie. Saulo se levantĂł y, cuando abriĂł los ojos, ya no podĂ­a ver, asĂ­ que de la mano lo llevaron a Damasco. Hechos 9:1-8

  • Leer MĂĄs
  • "Restaurado a la vida"


  • abril 25, 2022

  • Te alabo, Señor, porque me has salvado; porque no dejaste que mis enemigos se burlaran de mĂ­. Mi Señor y Dios, te pedĂ­ ayuda, y tĂș me sanaste; tĂș, Señor, me devolviste la vida; ÂĄme libraste de caer en el sepulcro! Salmo 30:1-3

  • Leer MĂĄs
1 86 87 88 89 90 442