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ALIMENTO DIARIO
Pero JesĂșs los mirĂł fijamente y les dijo: «¿QuĂ© significa esta escritura que dice: »»La piedra que desecharon los constructores ha venido a ser la piedra angular?» Todo el que caiga sobre esa piedra, se harĂĄ pedazos; y si ella cae sobre alguien, lo aplastarĂĄ por completo.» Lucas 20:17-18
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. Hebreos 11:1
DespuĂ©s, JesĂșs dijo a sus discĂpulos: «Por eso les digo que no se preocupen por su vida ni por lo que han de comer, ni por su cuerpo ni por lo que han de vestir. La vida es mĂĄs que la comida, y el cuerpo es mĂĄs que el vestido. FĂjense en los cuervos: no siembran, ni siegan; no tienen almacenes ni bodegas, y no obstante Dios los alimenta. ÂżAcaso no valen ustedes mucho mĂĄs que las aves? ÂżQuiĂ©n de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura? Pues si ustedes no pueden hacer ni lo mĂĄs pequeño, Âżpor quĂ© se preocupan por lo demĂĄs? FĂjense en los lirios, cĂłmo crecen, y no trabajan ni hilan; pero yo les digo que ni SalomĂłn, con todas sus riquezas, llegĂł a vestirse como uno de ellos. Y si Dios viste asĂ a la hierba, que hoy estĂĄ en el campo y mañana es echada al horno, ÂĄcuĂĄnto mĂĄs harĂĄ por ustedes, hombres de poca fe! AsĂ que no se preocupen ni se angustien por lo que han de comer, ni por lo que han de beber. Todo esto lo busca la gente de este mundo, pero el Padre sabe que ustedes tienen necesidad de estas cosas. Busquen ustedes el reino de Dios, y todas estas cosas les serĂĄn añadidas. Lucas 12:22-31
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. Gracias a ella, nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados … Por la fe, todos ellos murieron sin haber recibido lo que se les habĂa prometido, y sĂłlo llegaron a ver esto a lo lejos; pero lo creyeron y lo saludaron, pues reconocieron que eran extranjeros y peregrinos en esta tierra. Hebreos 11:1-2, 13
DespuĂ©s de estos sucesos, la palabra del Señor vino a AbrĂĄn en una visiĂłn. Le dijo: «No temas, AbrĂĄn. Yo soy tu escudo, y tu galardĂłn serĂĄ muy grande.» AbrĂĄn respondiĂł: «Mi Señor y Dios, ÂżquĂ© puedes darme, si no tengo hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?» TambiĂ©n dijo AbrĂĄn: «Mira que no me has dado descendencia. Mi heredero serĂĄ un esclavo nacido en mi casa.» Pero vino a Ă©l palabra del Señor, y le dijo: «Tu heredero no serĂĄ Ă©ste, sino tu propio hijo.» Entonces lo llevĂł afuera, y allĂ le dijo: «FĂjate ahora en los cielos, y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar. ÂĄAsĂ serĂĄ tu descendencia!» Y AbrĂĄn creyĂł al Señor, y eso le fue contado por justicia. GĂ©nesis 15:1-6
Entonces JesĂșs les dijo: «Pues yo tampoco les dirĂ© con quĂ© autoridad hago estas cosas.» Lucas 20:8
Uno de la multitud le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia.» Pero JesĂșs le dijo: «Hombre, ÂżquiĂ©n me ha puesto como juez o mediador entre ustedes?» Lucas 12:13-14
Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde estĂĄ Cristo sentado a la derecha de Dios… Porque ustedes ya han muerto, y su vida estĂĄ escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces tambiĂ©n ustedes serĂĄn manifestados con Ă©l en gloria. Por lo tanto, hagan morir en ustedes todo lo que sea terrenal: inmoralidad sexual, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Eso es idolatrĂa… TambiĂ©n ustedes practicaron estas cosas en otro tiempo, cuando vivĂan en ellas. Pero ahora deben abandonar tambiĂ©n la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia y las conversaciones obscenas. No se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos, y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creĂł hasta el pleno conocimiento. Colosenses 3:1, 3-5, 7-10
ÂĄVanidad de vanidades! ÂĄVanidad de vanidades! ÂĄTodo es vanidad!… Yo soy el Predicador, y reinĂ© sobre Israel en JerusalĂ©n. Me entreguĂ© de corazĂłn a investigar y a estudiar minuciosamente todo lo que se hace bajo el cielo. Este penoso trabajo nos lo ha dado Dios, para que nos ocupemos de Ă©l. Por lo tanto, escudriñé todo lo que se hace bajo el sol, y pude darme cuenta de que todo es vanidad y aflicciĂłn de espĂritu… AborrecĂ tambiĂ©n el haber trabajado tanto bajo el sol, pues todo lo que hice tendrĂ© que dejĂĄrselo a otro que vendrĂĄ despuĂ©s de mĂ. ÂżY cĂłmo saber si serĂĄ sabio o necio el que se quedarĂĄ con todos mis trabajos y afanes, a los que tanto trabajo y sabidurĂa dediquĂ© bajo el sol? ÂĄTambiĂ©n esto es vanidad!… ÂżQuĂ© saca uno de tanto trabajar y fatigarse y afanarse bajo el sol? ÂĄTodo el tiempo es de dolores, trabajos y molestias! ÂĄNi siquiera de noche encuentra uno reposo! ÂĄY esto es tambiĂ©n vanidad! EclesiastĂ©s 1:2, 12-14; 2:18-19, 22-23