ALIMENTO DIARIO

  • "Sin distracciones"


  • octubre 5, 2022

  • Tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, por tu parte, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado… Si morimos con él, también viviremos con él; Si sufrimos, también reinaremos con él; Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo. 2 Timoteo 2:1-4, 11b-13

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  • "Sufrimiento"


  • octubre 4, 2022

  • En los días en que los jueces gobernaban en Israel, hubo mucha hambre en la tierra, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, junto con su mujer y sus dos hijos… Pero murió Elimelec, marido de Noemí, y ella se quedó sola con sus dos hijos. Más tarde, ellos se casaron con unas moabitas… y se quedaron a vivir en Moab durante unos diez años. Pero también murieron Majlón y Quelión, y Noemí se quedó desamparada, sin marido ni hijos. Cuando Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo y que el hambre había terminado, decidió abandonar Moab junto con sus nueras. Pero ellas seguían llorando a voz en cuello. Y Orfa se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí dijo: «Mira a tu cuñada. Ya regresa a su pueblo, con sus dioses. ¡Regrésate también tú!» Pero Rut le respondió: «¡No me pidas que te deje y me aparte de ti! A dondequiera que tú vayas, iré yo; dondequiera que tú vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, moriré yo, y allí quiero que me sepulten. Que el Señor me castigue, y más aún, si acaso llego a dejarte sola. ¡Sólo la muerte nos podrá separar!» Y como Noemí vio que Rut estaba resuelta a ir con ella, no dijo más. Y así, las dos siguieron caminando juntas hasta llegar a Belén. Rut 1:1, 3-6, 14b-19a

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  • "Xerófilas"


  • octubre 3, 2022

  • Mientras navegaban, Jesús se quedó dormido. Pero se desencadenó en el lago una tempestad con viento, de tal manera que la barca se inundó y corrían el peligro de naufragar… Cuando él llegó a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad que estaba endemoniado. Lucas 8:23, 27a

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  • "Imposiblemente en paz"


  • septiembre 30, 2022

  • Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vengan!… Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» Lucas 17:1,5

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  • "Poca fe"


  • septiembre 29, 2022

  • Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» Entonces el Señor les dijo: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, podrían decirle a este sicómoro: «Desarráigate, y plántate en el mar», y el sicómoro los obedecería. Lucas 17:5-6

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  • "No me avergüenzo"


  • septiembre 28, 2022

  • Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, preso suyo. Al contrario, participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, quien quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los no judíos. Por eso mismo padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que oíste de mí, en la fe y en el amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros. 2 Timoteo 1:8-14

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  • "Esperando"


  • septiembre 27, 2022

  • Profecía y visión del profeta Habacuc. ¿Hasta cuándo, Señor, te llamaré y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamaré a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos? ¿Por qué permites que vea yo iniquidad? ¿Por qué me haces espectador del mal? ¡Sólo veo destrucción y violencia! ¡Ante mis ojos surgen pleitos y contiendas! Por eso tu ley carece de fuerza, y la justicia no se aplica con verdad. Por eso los impíos asedian a los justos, y se tuerce la justicia … Decidí mantenerme vigilante. Decidí mantenerme en pie sobre la fortaleza. Decidí no dormir hasta saber lo que el Señor me iba a decir, y qué respuesta daría a mi queja. Y el Señor me respondió, y me dijo: «Escribe esta visión. Grábala sobre unas tablillas, para que pueda leerse de corrido. La visión va a tardar todavía algún tiempo, pero su cumplimiento se acerca, y no dejará de cumplirse. Aunque tarde, espera a que llegue, porque vendrá sin falta. No tarda ya. Aquel cuya alma no es recta, es arrogante; pero el justo vivirá por su fe. Habacuc 1:1-4; 2:1-4

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  • "Dios siempre sostiene"


  • septiembre 26, 2022

  • ¿Hasta cuándo, Señor, te llamaré y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamaré a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos? ¿Por qué permites que vea yo iniquidad? ¿Por qué me haces espectador del mal? ¡Sólo veo destrucción y violencia! ¡Ante mis ojos surgen pleitos y contiendas! Habacuc 1:2-3

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  • "¿Quién, yo?"


  • septiembre 23, 2022

  • A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 1 Timoteo 6:17

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  • "Un gran abismo"


  • septiembre 22, 2022

  • Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Había también un mendigo llamado Lázaro, que lleno de llagas pasaba el tiempo echado a la puerta de aquél, ansioso de saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico, y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Llegó el día en que el mendigo murió, y los ángeles se lo llevaron al lado de Abrahán. Después murió también el rico, y fue sepultado. Cuando el rico estaba en el Hades, en medio de tormentos, alzó sus ojos y, a lo lejos, vio a Abrahán, y a Lázaro junto a él. Entonces gritó: «Padre Abrahán, ¡ten compasión de mí! ¡Envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y me refresque la lengua, porque estas llamas me atormentan!» Pero Abrahán le dijo: «Hijo mío, acuérdate de que, mientras vivías, tú recibiste tus bienes y Lázaro recibió sus males. Pero ahora, aquí él recibe consuelo y tú recibes tormentos. Pero, además, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de manera que los que quieran pasar de aquí a donde están ustedes, no pueden hacerlo; ni tampoco pueden pasar de allá hacia acá.» Lucas 16:19-26

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