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ALIMENTO DIARIO
Señor, tú me examinas, tú me conoces. Salmo 139:1
Imítenme a mí, como yo imito a Cristo. 1 Corintios 11:1
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. 1 Juan 4:11
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. Génesis 3:6
Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación. Salmo 106:4
Pero tú, Señor, no te alejes; fuerza mía, ven pronto en mi auxilio. Libra mi vida de la espada, mi preciosa vida del poder de esos perros. Rescátame de la boca de los leones. Salmo 22:19-21ª
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios. Juan 3:36
Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre. Salmo 22:9
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:17
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo? Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. 1Corintios 1:20-21