ALIMENTO DIARIO

  • "PĂșas en la melodĂ­a de la gracia divina"


  • febrero 13, 2024

  • Estoy seguro, hermanos mĂ­os, de que ustedes mismos estĂĄn llenos de bondad y de todo conocimiento… Pero les he escrito… para hacerles recordar, por la gracia que Dios me ha dado, para ser ministro de Jesucristo a los no judĂ­os y ministrarles el evangelio de Dios, para que ellos sean una ofrenda agradable a Dios, santificada por el EspĂ­ritu Santo… Porque no me atreverĂ­a a contar sino lo que, de palabra y obra, Cristo ha hecho por medio de mĂ­… Fue asĂ­ como me esforcĂ© a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiera sido anunciado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como estĂĄ escrito: «Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de Ă©l, verĂĄn; Y los que nunca han oĂ­do de Ă©l, entenderĂĄn» (Romanos 15:14-21).

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  • "La emociĂłn de la esperanza cumplida"


  • febrero 12, 2024

  • Pues les digo que Cristo JesĂșs vino a ser siervo de los judĂ­os para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a nuestros antepasados, y para que los que no son judĂ­os glorifiquen a Dios por su misericordia, como estĂĄ escrito: «Por tanto, yo te confesarĂ© entre las naciones, Y cantarĂ© salmos a tu nombre.» Y en otra parte dice: «AlĂ©grense, naciones, con su pueblo.» Y tambiĂ©n dice: «Alaben al Señor todas las naciones, Y exĂĄltenlo todos los pueblos.» Y otra vez dice IsaĂ­as: «Se alzarĂĄ la raĂ­z de YesĂ©; se levantarĂĄ a gobernar a las naciones, las cuales pondrĂĄn en Ă©l su esperanza.» ÂĄQue el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del EspĂ­ritu Santo! (Romanos 15:8-13).

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  • "PrĂ­ncipe de obediencia"


  • febrero 9, 2024

  • Seis dĂ­as despuĂ©s, JesĂșs se llevĂł aparte a Pedro, Jacobo y Juan. Los llevĂł a un monte alto, y allĂ­ se transfigurĂł delante de ellos. Sus vestidos se volvieron resplandecientes y muy blancos, como la nieve. ÂĄNadie en este mundo que los lavara podrĂ­a dejarlos tan blancos! Y se les aparecieron ElĂ­as y MoisĂ©s, y hablaban con JesĂșs. Pedro le dijo entonces a JesĂșs: «Maestro, ÂĄquĂ© bueno es para nosotros estar aquĂ­! Vamos a hacer tres cobertizos; uno para ti, otro para MoisĂ©s, y otro para ElĂ­as.» Y es que no sabĂ­a quĂ© decir, pues todos estaban espantados. En eso, vino una nube y les hizo sombra. Y desde la nube se oyĂł una voz que decĂ­a: «Éste es mi Hijo amado. ÂĄEscĂșchenlo!» Miraron a su alrededor, pero no vieron a nadie; sĂłlo JesĂșs estaba con ellos. Mientras bajaban del monte, JesĂșs les mandĂł que no dijeran a nadie nada de lo que habĂ­an visto, hasta que el Hijo del Hombre hubiera resucitado de los muertos (Marcos 9:2-9).

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  • "Caminando juntos en paciencia y amor"


  • febrero 8, 2024

  • AsĂ­ que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los dĂ©biles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno de nosotros debe agradar a su prĂłjimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo. Porque ni aun Cristo se agradĂł a sĂ­ mismo sino que, como estĂĄ escrito: «Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mĂ­.» Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolaciĂłn de las Escrituras. Que el Dios de la paciencia y de la consolaciĂłn les conceda a ustedes un mismo sentir, segĂșn Cristo JesĂșs, para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, recĂ­banse unos a otros, como tambiĂ©n Cristo nos recibiĂł, para la gloria de Dios (Romanos 15:1-7).

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  • "Libertad con responsabilidad"


  • febrero 7, 2024

  • Por tanto, no sigamos juzgĂĄndonos unos a otros. MĂĄs bien, propongĂĄmonos no poner tropiezo al hermano, ni hacerlo caer. Yo sĂ©, y confĂ­o en el Señor JesĂșs, que nada es impuro en sĂ­ mismo; pero si alguien piensa que algo es impuro, lo es para Ă©l. Pero si tu hermano se siente agraviado por causa de lo que comes, entonces tu conducta ya no refleja el amor. No hagas que por causa de tu comida se pierda aquel por quien Cristo muriĂł… No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas son limpias; lo malo es hacer tropezar a otros por lo que comemos. Lo mejor es no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada que haga que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite (Romanos 14:13-15, 20-21).

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  • "ÂżZapatos o no?"


  • febrero 6, 2024

  • Reciban al que es dĂ©bil en la fe, pero no para entrar en discusiones. Algunos creen que estĂĄ permitido comer de todo, pero hay otros que son dĂ©biles y que sĂłlo comen legumbres. El que come de todo, no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo, no debe juzgar al que come, porque Dios lo ha aceptado. ÂżQuiĂ©n eres tĂș, para juzgar …? AsĂ­ que tĂș, Âżpor quĂ© juzgas a tu hermano? O tĂș tambiĂ©n, Âżpor quĂ© menosprecias a tu hermano? ÂĄTodos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo! Escrito estĂĄ: «Vivo yo, dice el Señor, que ante mĂ­ se doblarĂĄ toda rodilla, y toda lengua confesarĂĄ a Dios.» AsĂ­ que cada uno de nosotros tendrĂĄ que rendir cuentas a Dios de sĂ­ mismo (Romanos 14:1-4, 10-12).

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  • "La deuda del amor"


  • febrero 5, 2024

  • No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amarse unos a otros; porque el que ama al prĂłjimo, ha cumplido la ley … El amor no hace daño a nadie. De modo que el amor es el cumplimiento de la ley. Hagan todo esto, conscientes del tiempo en que vivimos y de que ya es hora de que despertemos del sueño. Porque nuestra salvaciĂłn estĂĄ mĂĄs cerca de nosotros ahora que cuando creĂ­mos. La noche ha avanzado, y se acerca el dĂ­a. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistĂĄmonos de las armas de la luz. Vivamos con honestidad, como a la luz del dĂ­a, y no andemos en glotonerĂ­as ni en borracheras, ni en lujurias y lascivias, ni en contiendas y envidias. MĂĄs bien, revistĂĄmonos del Señor Jesucristo, y no busquemos satisfacer los deseos de la carne (Romanos 13:8-14).

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  • "Fuertes para amar"


  • febrero 2, 2024

  • ÂżAcaso no sabes, ni nunca oĂ­ste decir, que el Señor es el Dios eterno y que Ă©l creĂł los confines de la tierra? El Señor no desfallece, ni se fatiga con cansancio; ÂĄno hay quien alcance a comprender su entendimiento! El Señor da fuerzas al cansado, y aumenta el vigor del que desfallece. Los jĂłvenes se fatigan y se cansan; los mĂĄs fuertes flaquean y caen; pero los que confĂ­an en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las ĂĄguilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan (IsaĂ­as 40:28-31).

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  • "Los gobiernos"


  • febrero 1, 2024

  • Todos debemos someternos a las autoridades, pues no hay autoridad que no venga de Dios. Las autoridades que hay han sido establecidas por Dios. Por lo tanto, aquel que se opone a la autoridad, en realidad se opone a lo establecido por Dios, y los que se oponen acarrean condenaciĂłn sobre ellos mismos… pues la autoridad estĂĄ al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces sĂ­ debes temer, porque no lleva la espada en vano, sino que estĂĄ al servicio de Dios para darle su merecido al que hace lo malo. Por lo tanto, es necesario que nos sujetemos a la autoridad, no sĂłlo por causa del castigo, sino tambiĂ©n por motivos de conciencia (Romanos 13:1-5).

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  • "De seguro yo sĂ­"


  • enero 31, 2024

  • Nuestro amor debe ser sincero. Aborrezcamos lo malo y sigamos lo bueno. AmĂ©monos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demĂĄs. Si algo demanda diligencia, no seamos perezosos; sirvamos al Señor con espĂ­ritu ferviente. GocĂ©monos en la esperanza, soportemos el sufrimiento, seamos constantes en la oraciĂłn. Ayudemos a los hermanos necesitados. Practiquemos la hospitalidad. Bendigamos a los que nos persiguen; bendigamos y no maldigamos. GocĂ©monos con los que se gozan y lloremos con los que lloran. Vivamos como si fuĂ©ramos uno solo. No seamos altivos, sino juntĂ©monos con los humildes. No debemos creernos mĂĄs sabios que los demĂĄs. No paguemos a nadie mal por mal. Procuremos hacer lo bueno a los ojos de todo el mundo. Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos. No busquemos vengarnos, amados mĂ­os. Mejor dejemos que actĂșe la ira de Dios, porque estĂĄ escrito: «MĂ­a es la venganza, yo pagarĂ©, dice el Señor.» Por lo tanto, si nuestro enemigo tiene hambre, dĂ©mosle de comer; si tiene sed, dĂ©mosle de beber. Si asĂ­ lo hacemos, haremos que Ă©ste se avergĂŒence de su conducta. No permitamos que nos venza el mal. Es mejor vencer al mal con el bien (Romanos 12:9-21).

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