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ALIMENTO DIARIO
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas. Proverbios 3:5-6
Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, lo puso sobre la parte más alta del templo, 6 y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, lánzate hacia abajo; porque escrito está: »»A sus ángeles mandará alrededor de ti», y también: «En sus manos te sostendrán, 7 Jesús le dijo: «También está escrito: «No tentarás al Señor tu Dios
Para que no tropieces con piedra alguna.»»
Mateo 4:5-7
Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos. Hechos 4:33 (LBLA)
Entonces Jesús les respondió: «Vuelvan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian las buenas noticias. Lucas 7:22
…por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios; 24 pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús. Romanos 3:23-24
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones. Mateo 28:19a
Porque es frágil su confianza, y una tela de araña su seguridad. Confía en su casa, pero ésta no se sostiene; se aferra a ella, pero ésta no perdura. Job 8:14-15 (LBLA)
Porque de adentro del corazón humano salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, la soberbia y la insensatez. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona. Marcos 7:21-23
He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí. Me apego a tus testimonios; Señor, no me avergüences. Salmo 119:30-31 (LBLA)
Sabemos que Cristo resucitó y que no volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él. Porque en cuanto a su muerte, murió al pecado de una vez y para siempre; pero en cuanto a su vida, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6:9-11