+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
De cierto, de cierto les digo, que ustedes llorarán y lamentarán…; pero aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en gozo (Juan 16:20).
Si el Señor no edifica la casa, de nada sirve que los edificadores se esfuercen. Si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que los guardias la vigilen (Salmo 127:1).
El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado (Marcos 16:16).
Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios (Juan 3:5).
Por lo tanto, anímense y edifíquense unos a otros, como en efecto ya lo hacen (1 Tesalonicenses 5:11).
Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:27-28).
Pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también (2 Timoteo 1:5).
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. (Mateo 28:19-20a).
Pero eres tú quien me dio la vida, eres tú quien me infundió confianza desde que era un niño de pecho. Antes de nacer fui puesto a tu cuidado; aún estaba yo en el vientre de mi madre, y tú eras ya mi Dios (Salmo 22:9-10).
Yo vendré y los bendeciré en todo lugar donde yo haga que mi nombre sea recordado (Éxodo 20:24b)