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ALIMENTO DIARIO
»Si alguno de ustedes tiene un siervo que ara o apacienta el ganado, ¿acaso cuando él vuelve del campo le dice: «Pasa y siéntate a la mesa»? ¡No! Más bien, le dice: «Prepárame la cena, y arréglate la ropa para servirme mientras yo como y bebo. Después podrás comer y beber tú.» ¿Y acaso se le agradece al siervo el hacer lo que se le ordena? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: «Somos siervos inútiles, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.»» Lucas 17:7-10
Al acordarme de tus lágrimas siento deseos de verte, para llenarme de gozo; pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también. 2 Timoteo 1:4-5
¿Hasta cuándo, Señor, te llamaré y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamaré a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos? ¿Por qué permites que vea yo iniquidad? ¿Por qué me haces espectador del mal? ¡Sólo veo destrucción y violencia! ¡Ante mis ojos surgen pleitos y contiendas! Por eso tu ley carece de fuerza, y la justicia no se aplica con verdad. Por eso los impíos asedian a los justos, y se tuerce la justicia… Decidí mantenerme vigilante. Decidí mantenerme en pie sobre la fortaleza. Decidí no dormir hasta saber lo que el Señor me iba a decir, y qué respuesta daría a mi queja. Habacuc 1:2-4; 2:1-2a
¿Hasta cuándo harán planes todos ustedes con la intención de derrotar a un solo hombre? ¡Lo ven como pared desplomada! ¡Lo ven como una cerca en el suelo! Conspiran para despojarlo de su grandeza… Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he puesto mi esperanza. Sólo Dios es mi salvación y mi roca; porque él es mi refugio, no resbalaré. Salmos 62:3-4a, 5-6
… para mostrar en los tiempos venideros las abundantes riquezas de su gracia y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:7
En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús, y le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?» Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: «De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humilla como este niño es el mayor en el reino de los cielos; y cualquiera que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí.» Tengan cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:1-5, 10
Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: «¡Aquí están ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! ¡Ya ha sido expulsado el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios! Ellos lo vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra que ellos proclamaron; siempre estuvieron preparados a entregar sus vidas y morir. Apocalipsis 12:10-11
Aquel hombre me tocó con la mano y me hizo ponerme de rodillas y apoyarme sobre las palmas de mis manos. Y me dijo: «Tú, Daniel, eres muy amado. Ponte de pie y presta atención a lo que voy a decirte, porque he sido enviado a ti. Mientras aquel hombre me decía esto, yo me puse en pie, aunque tembloroso. Entonces aquel hombre me dijo: «No tengas miedo, Daniel, porque tus palabras fueron oídas desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios. Precisamente por causa de tus palabras he venido. Daniel 10:10-12
El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente, dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!» El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora. El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas. ¡Su verdad es un escudo protector! Salmo 91:1-4
(Jesús dijo) «En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos». Juan 15:8