ALIMENTO DIARIO

  • "Conociendo a Jesús"


  • enero 16, 2020

  • El siguiente día Juan vio que Jesús venía hacia él, y dijo: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Él es de quien yo dije: «Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.» Yo no lo conocía; pero vine bautizando con agua para esto: para que él fuera manifestado a Israel.» Juan también dio testimonio y dijo: «Vi al Espíritu descender del cielo como paloma, y permanecer sobre él. Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre quien veas que el Espíritu desciende, y que permanece sobre él, es el que bautiza con el Espíritu Santo.» Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.» Juan 1:29-34

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  • "Siempre en contacto"


  • enero 15, 2020

  • Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes y por la gracia que él les ha dado en Cristo Jesús. Porque en él ustedes fueron enriquecidos en todas las cosas, tanto en palabra como en conocimiento. Así se ha confirmado en ustedes el testimonio acerca de Cristo, de tal manera que nada les falta en ningún don, mientras esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, el cual también los confirmará hasta el fin, para que sean irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. 1 Corintios 1:4-9

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  • "Todavía habla"


  • enero 14, 2020

  • ¡Escúchenme, costas y pueblos lejanos! El Señor me llamó desde el vientre de mi madre; tuvo en cuenta mi nombre desde antes de que yo naciera. Hizo de mi boca una espada aguda, y me cubrió con la sombra de su mano; hizo de mí una flecha bruñida, y me guardó en su aljaba. Y me dijo: «Israel, tú eres mi siervo. Tú serás para mí motivo de orgullo.» Pero yo dije: «De balde he trabajado. He gastado mis fuerzas sin ningún provecho. Pero el Señor me hará justicia; mi Dios me dará mi recompensa.» Pero ahora ha hablado el Señor, el que me formó desde el vientre para que fuera yo su siervo; para que reuniera a Jacob, para que hiciera a Israel volverse a él (así yo seré muy estimado a los ojos del Señor, y mi Dios será mi fuerza), y ha dicho: «Muy poca cosa es para mí que tú seas mi siervo, y que levantes las tribus de Jacob y restaures al remanente de Israel. Te he puesto también como luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta los confines de la tierra.» Así ha dicho el Señor, el Santo Redentor de Israel, al que es menospreciado, al que es odiado por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes y los príncipes te verán y se levantarán, y se inclinarán ante el Señor, porque el Santo de Israel, que te ha escogido, es fiel.» Isaías 49:1-7

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  • "La voz"


  • enero 13, 2020

  • ¡Ríndanle la gloria digna de su nombre!¡Adoren al Señor en su santuario hermoso! La voz del Señor resuena sobre las aguas. El Dios de la gloria hace oír su voz. El Señor está sobre las muchas aguas. La voz del Señor es potente. La voz del Señor es majestuosa. Salmos 29:2-4

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  • "¿Cómo lo logras?"


  • enero 10, 2020

  • Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros. Juan 13:34

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  • "Un líder diferente"


  • enero 9, 2020

  • Jesús fue de Galilea al Jordán, donde estaba Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan se le oponía, diciendo: «Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» Jesús le respondió: «Por ahora, déjalo así, porque conviene que cumplamos toda justicia.» Entonces Juan aceptó. Mateo 3:13-15

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  • "Aun así, Él nos ama"


  • enero 8, 2020

  • Entonces, ¿qué diremos? ¿Seguiremos pecando, para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos unido a Cristo en su muerte, así también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido liberado del pecado. Así que, si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo resucitó y que no volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él. Porque en cuanto a su muerte, murió al pecado de una vez y para siempre; pero en cuanto a su vida, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6:1-11

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  • "El Siervo de Dios"


  • enero 7, 2020

  • »¡Aquí está mi siervo, mi escogido, en quien me complazco! Yo lo sostengo; sobre él reposa mi espíritu. Él traerá la justicia a las naciones. Isaías 42:1

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  • "UN TIEMPO LARGO Y TRANQUILO"


  • enero 6, 2020

  • Después de cumplir con todo lo prescrito en la ley del Señor volvieron a Nazaret, que era su ciudad en Galilea. El niño crecía y se fortalecía y se llenaba de sabiduría, y la gracia de Dios reposaba en él. Lucas 2:39-40

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  • "MIRANDO HACIA EL FUTURO"


  • enero 5, 2020

  • Simeón los bendijo, y a María, la madre del niño, le dijo: «Tu hijo ha venido para que muchos en Israel caigan o se levanten. Será una señal que muchos rechazarán y que pondrá de manifiesto el pensamiento de muchos corazones, aunque a ti te traspasará el alma como una espada.» Lucas 2:34-35

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