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ALIMENTO DIARIO
Por lo tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sus pecados les sean perdonados (Hechos 3:19).
A ti te daré las llaves del reino de los cielos (Mateo 16:19a).
Y que también nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados (Colosenses 1:13-14).
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! (Lucas 11:13).
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito (Romanos 8:28).
Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados’ (Juan 20:22-23).
Examínense ustedes mismos y vean si permanecen en la fe; pónganse a prueba ustedes mismos. ¿O acaso ustedes mismos no se conocen? ¿Acaso no saben que Jesucristo está en ustedes? ¡A menos que no hayan pasado la prueba! (2 Corintios 13:5).
Y a ella le dijo: ‘Tus pecados te son perdonados’ (Lucas 7:48).
Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará (Lucas 10:42).
Te alabo porque soy una creación admirable. ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! (Salmo 139:14).