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ALIMENTO DIARIO
Tan lejos como está el oriente del occidente, alejó de nosotros nuestras rebeliones (Salmo 103:12).
De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo (Mateo 18:18).
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:18).
Entonces Jesús le dijo: ‘Pues ve y haz tú lo mismo’ (Lucas 10:37b).
Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie (Efesios 2:8-9).
Y Natán le dijo: ‘El Señor ha perdonado tu pecado, y no vas a morir’ (2 Samuel 12:13b).
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve y reconcíliate primero con tu hermano, y después de eso vuelve y presenta tu ofrenda (Mateo 5:23-24).
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9).
Yo los consolaré a ustedes como consuela una madre a sus hijos, y en Jerusalén hallarán consuelo (Isaías 66:13).
Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, somos del Señor (Romanos 14:8).