+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, somos del Señor (Romanos 14:8).
Había un árbol joven que creció en un valle fértil, con raíces profundas y bien firmes en la tierra que lo vio nacer. Pero un día, una tormenta lo arrancó y lo llevó a un lugar desconocido. El suelo era diferente, el clima extraño, y sus raíces parecían no encontrar dónde aferrarse. Intentó crecer, pero se sentía débil.
El árbol no se daba cuenta que no estaba solo. Su jardinero nunca lo había abandonado. Cada día lo regaba, lo cuidaba y fortalecía sus raíces. Aunque el árbol no podía sostenerse por sí mismo, el jardinero lo sostenía. No importaba dónde estuviera plantado, su vida dependía de aquel que lo cuidaba.
Así eres tú en Cristo. Tal vez sientas que no encajas, que vives entre dos mundos, entre dos culturas, dos países, sin pertenecer completamente a ninguno. Pero tu identidad no está en la cultura de dónde vienes ni en la que te rodea ahora. No eres definido por tu esfuerzo por adaptarte ni por lo que otros esperan de ti. Tu verdadera identidad es un regalo que Dios te ha dado en Jesús.
Cuando Pablo escribió el versículo de hoy, estaba hablando de la realidad más grande de todo cristiano: pertenecemos a Cristo, no por lo que hacemos, sino porque Él nos ha redimido con su sangre. No importa de dónde vengas o qué tan perdido te sientas, en Cristo eres adoptado y amado para siempre.
Y Jesús no solo te da una identidad, sino que también te capacita para vivir en ella. Cuando fallas, Él te perdona. Cuando dudas, Él te fortalece. Cuando sientes que no perteneces, Él te recuerda que eres suyo. Ahora puedes compartir el regalo de esta noticia con alguien más.
Padre nuestro, gracias porque, si vivimos, para ti vivimos, y si morimos, para ti morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, somos tuyos. Tú nos has plantado en Cristo y nos sostienes con tu gracia, asegurándonos una identidad eterna en Ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Cuándo te has sentido como un árbol trasplantado en tierra desconocida y cómo viste a Dios sostenerte?
* ¿Cómo ha cambiado tu manera de ver tu identidad al saber que Cristo te ha hecho suyo para siempre?
El devocional de hoy va de la mano con el podcast de Cristo Para Todas Las Naciones, Sentido Latino, donde reflexionamos hoy sobre este tema.
Diaconisa Noemí Guerra
© Copyright 2025 Cristo Para Todas Las Naciones