+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Ellos le dijeron: «Cree en el Señor Jesucristo, y se salvarán tú y tu familia.» Y les hablaron de la palabra del Señor a él y a toda su familia. Hechos 16:31-32Ellos le dijeron: «Cree en el Señor Jesucristo, y se salvarán tú y tu familia.» Y les hablaron de la palabra del Señor a él y a toda su familia. Hechos 16:31-32
El otro día estuve hablando con un hombre que, de chico, había sufrido de polio. Me contó cómo, a pesar de ser un niño muy activo, un día se despertó y se encontró con que no se podía levantar de la cama. Repito: no se pudo levantar de la cama… literalmente.
Muchos fueron los dolores y problemas que tuvo que superar para de alguna forma recuperar la vida que había perdido. Su historia es una magnífica muestra del poder de Dios, del apoyo de la familia que tanto lo amaba, y de un espíritu poderoso y positivo.
Mientras lo escuchaba, en mi corazón daba gracias porque el polio ha sido erradicado casi en su totalidad.
Casi.
Hace más o menos una semana, la Organización Mundial de la Salud informó que por primera vez, desde 1999, en China se ha encontrado polio. Más aún, creen que hay un riesgo alto de que el virus se desparrame a causa del peregrinaje anual islámico Hajj, que se llevará a cabo a principios de noviembre.
Me pregunto cómo es posible que haya polio, habiendo una medida preventiva tan obvia. La Organización Mundial de la Salud también ha contestado esa pregunta, diciendo que el polio aparece en lugares remotos donde, debido a la reducción en los presupuestos, se ha reducido la administración de la vacuna.
Quizás no debería sorprenderme. Durante casi 2.000 años ha habido, en la sangre preciosa del Salvador, una cura para las consecuencias siempre fatales de los pecados no perdonados. Y aún cuando la fe en Cristo siempre garantiza la vida eterna, hay muchos que permanecen condenados.
Es trágico cuando no se dan las curas físicas y espirituales porque no hay suficiente dinero. Es terrible saber que alguien va a morir física o espiritualmente porque quienes tienen el remedio no se lo dieron.
Sí, es triste… y es prevenible.
Y esto nos lleva al doble propósito de esta devoción. A los padres les pido que por favor se aseguren que sus niños tengan al día todas las vacunas requeridas… y a los cristianos, hagan todo lo que esté a su alcance para apoyar a todos los misioneros que comparten la historia del Salvador con quienes aún no le conocen.
ORACIÓN: Señor, hacemos nuestras las palabras del himno: «Escuchad, Jesús nos dice: ‘¿Quiénes van a trabajar? Campos blancos hoy aguardan que los vayan a segar.’ Él nos llama cariñoso, nos constriñe con su amor; ¿quién responde a su llamada: ‘Heme aquí, yo iré, Señor’?» En el nombre de Jesús. Amén.
© Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones