ALIMENTO DIARIO

  • "Una cosa segura"


  • abril 28, 2011
  • Luego dijo: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso", le contestó Jesús. Lucas 23:42-43Luego dijo: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso", le contestó Jesús. Lucas 23:42-43


  • En los últimos 50 años, la Iglesia de Inglaterra ha observado un decrecimiento en la asistencia de sus miembros, lo que ha llevado a los líderes religiosos a tratar de averiguar las razones.

    Un estudio reciente hecho por la Revista Internacional de Economía Social sugiere que la razón es que las personas son apostadoras.

    Los jóvenes apuestan a que no van a morir pronto, por lo que se sienten cómodos posponiendo una relación seria con el Señor. Por otro lado, muchas de las personas de edad saben que su muerte es inevitable, por lo que asisten fielmente a la iglesia.

    Esto tiene sentido, y también explica en parte por qué el ladrón en la cruz fue tan valiente en su confesión, tan fuerte en defender al Salvador, y tan humilde en pedir a Jesús que lo salve.

    Este estudio, entonces, sugiere que el «buen ladrón» quiso tener una relación con el Salvador porque estaba apostando a «una cosa segura»: él sabía que iba a morir, por lo que quería estar seguro que su alma eterna estuviera a salvo.

    Permítame repetir: el ladrón estaba apostando a una cosa segura porque sabía que iba a morir.

    Así como usted, yo, y toda persona que lee estas devociones diarias… y también aquéllos que no las leen. Eso es una cosa segura.

    Porque a menos que Jesús regrese pronto, todos nosotros vamos a morir. Eso significa que todos necesitamos estar listos para esa hora incierta de nuestra partida. Por lo que, así como el ladrón, necesitamos decir: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino».

    Lo que nos lleva a otra cosa segura. Cualquiera que pide con un corazón arrepentido: «Jesús, acuérdate de mí… «, escuchará a Jesús decir: «estarás conmigo en el paraíso».

    Para eso vino Jesús a este mundo. Para eso Jesús cumplió la ley por nosotros, cargó con nuestros pecados, y permitió ser condenado y crucificado.

    Cada semana, en las iglesias cristianas se recuerda y celebra el sacrificio, sufrimiento, muerte y resurrección del Salvador. Le animo a que usted también lo haga, en honor y respeto a Aquél que lo dio todo para abrirnos las puertas del cielo.

    ORACIÓN: Señor Jesús, te doy gracias por querer que yo esté contigo en el cielo. Ayúdame para que, así como el ladrón de la cruz, admita mi pecado y mi necesidad del perdón que tú compraste con tu sangre. Finalmente, permite que me regocije en tu promesa de poder estar contigo. En tu nombre. Amén.

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