ALIMENTO DIARIO

  • "Un día perfecto"


  • agosto 7, 2010
  • Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Salmo 118:24Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Salmo 118:24


  • Un día, faltando poco para el día de la madre, un niño pequeño y tímido entró a la sección de lencería de un gran centro comercial.

    Casi susurrando, le presentó su problema a la vendedora: «Quiero comprar un presente para mamá. Quiero darle una enagua pero no sé qué talla es». La vendedora le preguntó: «¿Es tu mamá alta o baja, gorda o delgada?»

    «No sé, ella es perfecta», le contestó el pequeño.

    La vendedora diligentemente envolvió una enagua que la mayoría de las personas consideraría de talla perfecta, o sea, mediana. Dos días después, la misma vendedora conoció a la mamá, que fue a cambiar la enagua por una talla extra grande.

    Hay mucho de cierto en el viejo adagio: «todo depende del cristal con que se mire». A pesar de ser talla extra grande, a los ojos de su hijo aquella madre era perfecta.

    Esa es la forma en que le propongo que usted y yo miremos al día de hoy.

    ¿Por qué? Porque es un regalo que Dios nos hace para que lo vivamos y lo disfrutemos. Y con esto no quiero decir que en este día no tendremos problemas, penas, o preocupaciones, porque seguramente los tendremos.

    Pero aún así, queremos verlo y vivirlo con la sabiduría y la paz que Dios nos da, porque sabemos que el Señor viviente está con nosotros, y que podemos recibir su paz. Sabemos que cuando cerramos nuestros ojos seremos capaces de decir que hoy fue, gracias a Jesús, un día «perfecto.»

    ORACIÓN: Padre celestial, te estoy eternamente agradecido porque el Salvador nos ayuda en las dificultades diarias. Ayúdame, tanto como sea posible, a hacer lo mejor de este día que tú me has dado. En el nombre de Jesús. Amén.

    De una devoción escrita originalmente para «By the Way»