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ALIMENTO DIARIO
... tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar... (Eclesiastés 3:4)... tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar... (Eclesiastés 3:4)
Los investigadores de la Universidad de Oxford descubrieron que un chocolate no alcanza.
Una sonrisa no es suficiente.
Sólo una buena risa, de esas que nos hacen sacudir la barriga, lograr liberar las endorfinas que nos ayudan a soportar mejor el dolor. Para ser honesto, los investigadores llegaron a muchas otras conclusiones, pero esta es la parte que más me gustó.
En otras palabras, se ha comprobado que la risa es una de las mejores medicinas.
Y Jesús también lo es.
Si bien en la Biblia nunca se habla explícitamente de la risa, el nombre y la presencia de Jesús a menudo están conectados con la idea de la alegría. A continuación voy a mencionar sólo algunos de los que encontramos en el Evangelio de Lucas.
Lucas 1:14 – Juan, el precursor del Salvador, traerá gozo y alegría.
Lucas 1:44 – estando aún dentro del vientre de su madre, Juan saltó de alegría al llegar María, quien estaba embarazada con el Salvador.
Lucas 2:10 – el ángel dice que Jesús es buenas nuevas de gran alegría.
Lucas 15:10 – hay alegría en el cielo cuando un pecador se arrepiente.
Lucas 24:41 – los discípulos que iban camino a Emaús estaban llenos de alegría por la resurrección.
Lucas 24:52 – Luego que Jesús asciende a los cielos, los discípulos regresan a Jerusalén con gran alegría.
Lo que quiero decir con todo esto es que el Salvador ha cargado con nuestros pecados y los ha removido. Él ha hecho todo lo que era necesario para abrirnos las puertas del cielo, adoptándonos en la familia de la fe, y ha prometido llevarnos a un lugar donde no habrá más dolor, lágrimas, ni sufrimientos.
Si todas esas cosas no son razón suficiente para estar alegres, no sé qué más decir.
Si en su fe no encuentra alegría, quizás necesite volver a leer los Evangelios y descubrir en ellos las cosas maravillosas que el Salvador hizo, dijo, y prometió…
para usted.
ORACIÓN: Señor Jesús, antes sólo tenía tristeza y sufrimiento, pero gracias a lo que tú has hecho, mi vida ha cambiado. Te doy gracias por tu vida, tu muerte, y tu resurrección. En tu nombre. Amén.
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