+1 800 972-5442 (en español)
+1 800 876-9880 (en inglés)
ALIMENTO DIARIO
Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:6
Durante unos cuantos veranos trabajé en una herrería en Chicago.
Mi jefe, que era una persona muy sabia, un día me dijo: «Ken, en el mundo hay muchas personas que hacen muchas cosas que están mal. Imagina lo peor que se te ocurra, multiplícalo por un número bien grande, y encontrarás personas que hacen un mal así de grande». Y después de una breve pausa, agregó: «Y vas a encontrar que son muchas las personas que lo hacen».
¡Ojalá hubiera estado equivocado!
Recientemente, la policía de la ciudad de Filadelfia volvió a arrestar a Linda Weston, quien ya había servido una condena de ocho años en prisión por matar de hambre a un hombre. Esta vez el arresto se debió a que mantuvo encerrados en el sótano de un edificio a cuatro adultos con discapacidades mentales, mientras ella cobraba sus pensiones.
Linda es un ejemplo de alguien que hace algo muy malo. Pero, como dijo mi jefe, son muchas las personas que hacen cosas malas. Y es cierto, porque junto con Linda, también arrestaron a dos hombres que eran sus cómplices.
¿Cómo es posible que a tres personas se les ocurra y estén de acuerdo en mantener prisioneros, e incluso encadenados, a personas discapacitadas? Me pregunto, ¿qué clase de personas los influenció para que puedan creer que sus acciones son aceptables?
Más vale ni saberlo.
Por otro lado, algo así me hace apreciar muchísimo más la comunidad cristiana. En los últimos años el mundo se ha divertido señalando nuestras faltas… y ciertamente algunas tenemos. Pero también es cierto que, quienes hemos sido redimidos por Cristo y lo hemos visto sufrir y morir para que nosotros podamos ser salvos, nos esforzamos por vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
Cuando nos reunimos en el Nombre de nuestro Señor… cuando el Espíritu Santo nos motiva a vivir como hijos de Dios… el resultado puede ser asombroso. He visto cómo respondemos ante la tragedia y los desastres; he visto cómo respondemos ante los necesitados, y cómo nos sacrificamos por nuestros niños. Cualquiera que esté dispuesto a ver, notará el tiempo y las energías que invertimos para que muchos más sean tocados con la verdad del Salvador.
Mi amigo de Chicago tenía razón: hay muchas personas que hacen cosas muy malas. Pero se olvidó de tener en cuenta una cosa: que gracias a Jesús, hay muchos hijos de Dios que hacen cosas muy buenas.
ORACIÓN: Señor, te doy gracias por el sacrificio de mi Salvador, y por el Espíritu Santo que nos une y motiva como hijos tuyos. En el nombre de Jesús. Amén.
© Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones