"Seguridad inquebrantable"

…por tanto, Jehová el Señor dice así: ‘He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure’ (Isaías 28:16 RVR1960).

La seguridad es una necesidad fundamental en nuestras vidas, nos brinda tranquilidad y confianza. Cuando nos sentimos seguros, podemos enfocarnos en nuestras actividades diarias sin temor ni preocupaciones. Sin embargo, la inseguridad genera ansiedad, nos hace sentir vulnerables, afecta nuestras decisiones, nuestras interacciones y hasta nuestra paz interior. Vivir con incertidumbre nos desgasta emocional y espiritualmente.

Por causa del pecado, nuestra relación con Dios se quebrantó, trayendo una gran inseguridad, tanto en el ámbito terrenal como espiritual. Y no hay nada que podamos hacer humanamente para restaurar esta seguridad. El pueblo de Judá en tiempos de Isaías buscaba su seguridad en alianzas políticas, confiando en su propia estrategia en lugar de depender de Dios. En respuesta, Dios declara que Él mismo ha puesto una piedra angular, probada, firme y preciosa, en la cual podemos edificar nuestra vida. Aquellos que confían en ella no serán avergonzados ni vivirán con temor.

En el Nuevo Testamento, esta piedra es identificada con Cristo. Pedro y Pablo citan este pasaje para proclamar que Jesús es la roca sobre la cual se edifica la Iglesia (Efesios 2:20, 1 Pedro 2:6-8). Él es la única base segura en un mundo lleno de incertidumbre y caos.

La frase “el que creyere, no se apresure” puede traducirse como “no será avergonzado” o “no entrará en pánico”. En Adviento, recordamos que nuestra esperanza está en Cristo, y aunque el mundo se estremezca, quienes confían en Él pueden esperar con paciencia y paz.

Las promesas de Dios no fallan. Cuando nuestra confianza y fe están puestas en Cristo, nada puede movernos. Mientras el mundo busca seguridad en lo terrenal y pasajero, nosotros confiamos en Aquel que permanece para siempre, Cristo Jesús.

Señor, en ti encontramos nuestra seguridad. Enséñanos a confiar en Cristo como nuestra roca firme y a no depender de falsas seguridades. Que en este Adviento nuestra esperanza esté cimentada en Ti, y que no nos apresuremos ni temamos, sino que descansemos en Tu fidelidad. Amén.

Para reflexionar:
* ¿En qué estás construyendo tu vida hoy?
* ¿Está tu confianza puesta en Cristo?

Rev. Lincon Guerra

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