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ALIMENTO DIARIO
Y es que mi pueblo es necio, y no me conoce; son gente que no piensa ni entiende; son sabios para hacer el mal, pero no saben hacer el bien. Jeremías 4:22Y es que mi pueblo es necio, y no me conoce; son gente que no piensa ni entiende; son sabios para hacer el mal, pero no saben hacer el bien. Jeremías 4:22
Utilizando al profeta Jeremías como portavoz, Dios dijo que su pueblo era ‘sabio en hacer el mal’.
Aparentemente, hoy día también hay personas ‘sabias en hacer el mal’. Según salió publicado por una agencia de noticias, los empleados de una cadena de tiendas llamaron a la policía para informar que dentro de su tienda había un ladrón.
Cuando llegó la policía, el ladrón salió corriendo. Pero en su desesperado intento por escapar se tropezó cayendo así al piso, y siendo arrestado. Fue entonces que la policía vio lo que el ladrón había robado: dos langostas vivas.
Sí, aunque parezca mentira, había robado dos langostas y se las había metido en los bolsillos delanteros de sus shorts. Luego, como pensó que no era suficiente, también robó unas bolsas de langostinos congelados y una de carne de cerdo, y se las metió en la cintura de los shorts.
Sin lugar a dudas, ese ladrón demostró no ser muy sabio en la forma de ejecutar su crimen.
Es claro que, para Dios, lo malo nunca puede ser sabio. No fue sabio que Adán y Eva comieran de la fruta prohibida… a causa de ello la muerte y la condenación entraron en el mundo.
Tampoco son sabios los pecados que cometemos, por más que tratemos de ocultarlos o negarlos. Dios sabe que los hacemos, y no tenemos cómo salvarnos de ellos.
Es por ello que el Padre celestial envió a su Hijo a nuestro mundo… para que todos los tontos pecadores podamos ser perdonados y adoptados en la familia de la fe.
Es mi oración que usted no cometa la tontería de rechazar al Salvador y trate de confiar en su propia sabiduría, sino que sepa y tenga en cuenta estas verdades.
ORACIÓN: Gracias, Señor, por habernos perdonados y rescatado a través del sacrificio de tu Hijo. Te pido que ilumines la mente y el corazón de quienes aún andan en la oscuridad, para que a través de tu Espíritu Santo confíen en ti. En el nombre de Jesús. Amén.
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