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ALIMENTO DIARIO
Vale más humillarse con los oprimidos, que compartir el botín con los orgullosos. Proverbios 16:19Vale más humillarse con los oprimidos, que compartir el botín con los orgullosos. Proverbios 16:19
Queridos hermanos en Cristo:
La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.
En Cristo,
Pastor Ken Klaus,
Orador The Lutheran Hour
Cristo Para Todas Las Naciones
¡Cuán contraria a nuestro pensamiento humano parece ser a veces la Palabra de Dios!
Fijémonos en el texto para hoy del libro de Proverbios, y preguntémonos: «¿Es cierto? ¿Es cierto que es mejor humillarse con los oprimidos que compartir el botín con los orgullosos?»
La Palabra de Dios dice que sí. Evidentemente, es mejor ser quien ha sufrido por culpa de otro, que quien hace sufrir a otro. Esta verdad confirma que los caminos de Dios no son nuestros caminos.
Cuando miramos la vida de Jesucristo, vemos este principio en acción. Como el Cordero de Dios sin mancha, Jesús llevó nuestros pecados a la cruz, pagó el precio de nuestra redención, y resucitó de la tumba victorioso sobre Satanás.
Sin embargo, camino al Gólgota, el Salvador fue oprimido -severamente oprimido y golpeado. Aún así, Pedro dice que: «Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia» (1 Pedro 2:23). Jesucristo se ‘humilló en espíritu’, y confió en Dios.
Cuando con fe depositamos nuestra confianza en Dios, quien juzga con justicia, estamos actuando como Cristo actuó. Cuando el mundo nos oprime, cuando nuestros amigos nos fallan, cuando los demás se alegran en nuestra miseria, confiemos en Dios.
En los momentos más difíciles y oscuros de su vida, Jesús confió en el poder que su Padre tiene sobre el mundo y todas las circunstancias de la vida.
Nosotros también podemos hacerlo.
ORACIÓN: Padre celestial, recuérdanos de confiar en ti como lo hizo Jesús. A través de tu Espíritu Santo danos valor para saber que, aun cuando nos sintamos derrotados, tú nos amas y nos cuidas. En el nombre de Jesús. Amén.
Biografía del autor: Esta devoción está basada en un texto enviado por un voluntario de la Oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en Brasil.
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