ALIMENTO DIARIO

  • "¿Retórico?"


  • octubre 13, 2008
  • ¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Lucas 11:11-12¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Lucas 11:11-12


  • Una pregunta es retórica cuando se pregunta algo cuya respuesta es tan evidente, que no necesita una respuesta.

    Siempre pensé que las preguntas que hizo Jesús, y que sirven de base para esta devoción, eran retóricas, pero aparentemente no lo son, porque que hay adultos que no dan cosas buenas a los niños. Hace unas semanas, oficiales chinos informaron que leche en polvo contaminada había enfermado a más 1.000 niños, algunos de los cuales fallecieron.

    ¿Fue un accidente? No. Cuatro hombres han sido arrestados y 17 más han sido detenidos por agregar una sustancia química llamada melamina a la leche cruda que compraban de los granjeros. Estos hombres pensaban que esa sustancia, que es generalmente usada en la fabricación de plásticos y fertilizantes, iba a aumentar el contenido de proteína de la leche.

    No sé si tuvo ese efecto, pero sí sé que hizo que a niños pequeños que tomaron esa leche les fallaran los riñones y murieran.

    ¿Qué clase de persona puede hacer algo así? La que piensa más en su propia ganancia que en el bien público. Como dijo un experto en salud global: China enfrenta una «falta sistemática de ética en los negocios».

    Quizás las preguntas de Jesús no hayan sido tan retóricas como yo pensaba.

    Dado el mundo en que vivimos, debemos prestar atención a lo que Jesús estaba queriendo explicar. Después de esas preguntas, el Salvador dijo: «Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!»

    Nosotros somos muy bendecidos pues tenemos a un Padre que siempre, siempre, SIEMPRE hace lo que es mejor para nosotros. Un Padre que envió a su Hijo para que ocupara nuestro lugar cargando con la culpa de nuestros pecados, muriendo por nosotros y luego resucitando, para que podamos ser perdonados y recibir la vida eterna.

    Pero los regalos de Dios no terminaron hace 20 siglos con la resurrección y ascensión del Salvador. Nuestro Padre continúa bendiciéndonos todavía hoy. Aún ahora, mientras lee esta devoción, el Espíritu Santo está con usted. El mismo Espíritu que una vez lo llamó a la fe en Jesús, está haciendo ahora todo lo que es necesario para que usted permanezca en la familia del Padre.

    En un mundo oscuro y triste en el que hay hombres que envenenan la leche que toman los niños, demos gracias al Salvador por traer esperanza y paz a quienes en él confían.

    ORACIÓN: Padre celestial, te pido por los niños que han sido envenenados en China para que, si es tu voluntad, su salud les sea restaurada. También te pido que todos los niños del mundo reciban salud y esperanza espiritual en tu Hijo resucitado. En su nombre. Amén.