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ALIMENTO DIARIO
Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20
Por muchos años resistí escribir acerca de Britney Spears, Madonna y tantos otros artistas mencionados en los medios de comunicación. Incluso he resistido inmiscuirme en el casamiento de Kate and William… hasta ahora.
Quizás usted, como yo, se haya sorprendido ante el creciente frenesí por el vestido de Kate. Si uno creyera todo lo que los comentaristas de la televisión dicen, en la boda hubo tres atracciones: Kate, EL VESTIDO, y en un lejos tercer lugar, el Príncipe William.
Desde el momento en que EL VESTIDO fue revelado a los más de dos millones de espectadores, ha sido objeto de alabanzas, críticas y desaprobaciones. A esta altura conozco EL VESTIDO mejor que a mi prima hermana.
Se ha dicho que imitar es la forma más sincera de adulación. Si eso es verdad, Kate debe sentirse muy adulada, pues su ejemplo es seguido por muchos: en estos momentos en fábricas alrededor del mundo EL VESTIDO está siendo reproducido.
Todo ello me lleva a preguntar… ¿comprar un vestido especial, aún si fielmente copia EL VESTIDO, trae felicidad y satisfacción?
Quienes vieron la boda, quienes se quedaron anonadados con toda la pompa y ceremonia, son inducidos a creer que la felicidad se encuentra en los adornos externos.
Tristemente, el tiempo demostrará que la ostentación y el lujo, por más deslumbrante que parezcan, no logran darnos la alegría y satisfacción que realmente necesitamos.
Todo eso puede embriagar a una persona, pero sólo transitoriamente. Para recibir lo que es de valor duradero necesitamos acercarnos a Jesús. Solamente él, que dio su vida en la cruz del calvario, es capaz de darnos la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Sólo la sangre de Jesús puede ofrecernos el perdón de pecados. Sólo la presencia de Cristo puede consolarnos cuando vamos a morir. Sólo el Redentor puede prometer guiarnos seguros a través del valle de las sombras.
Y… sólo Jesús puede mantener su promesa de estar con nosotros siempre. Recuerde su promesa… la que dice que él estará con usted en enfermedad y salud, en riqueza y en pobreza, por siempre.
ORACIÓN: Padre celestial, acepta mi agradecimiento por un Salvador que mantiene su promesa de estar conmigo y cuidarme. Permite que lo siga por la paz genuina que sobrepasa todo entendimiento, la paz que el mundo no puede dar. Esto lo pido en el nombre de Cristo. Amén.
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