"Pensando en grande"

Y Jesús les dijo: «Así está escrito, y así era necesario, que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día, y que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Lucas 24:46-47Y Jesús les dijo: «Así está escrito, y así era necesario, que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día, y que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Lucas 24:46-47

A veces las naciones, a veces los países, a veces las iglesias, a veces las personas… no sabemos pensar en grande.

Pero ese no es el caso de la cadena de pizzerías Domino’s que, recientemente, ha contratado a una empresa consultora para que estime cuánto les saldría abrir una sucursal de su pizzería en la luna… sí, leyó bien, en la luna.

Después de haber hecho sus cálculos, los consultores han llegado a estimar que tal emprendimiento les costaría alrededor de 14 mil millones de dólares. La mayoría del dinero se invertiría en la compra de los 15 cohetes que serían necesarios para transportar las 70 toneladas de materiales de construcción y los equipos para hacer las pizzas en la luna.

Por su parte, Domino’s piensa que podrían abaratar los costos si utilizaran los depósitos minerales que se encuentran en la luna para hacer el hormigón necesario para construir el restaurante de dos pisos.

Lo único que aún no han decidido, es cuándo comenzarán tal odisea.

Como dije al principio, nadie puede acusar a Domino’s de no pensar en grande.

De la misma forma, tampoco nadie puede acusar al Señor de no pensar en grande.

Por un momento imagine que está parado al lado de Jesús cerca del monte de la ascensión. Ya lo ha visto hacer muchos milagros… y hasta lo ha visto resucitar de entre los muertos. Jesús ya ha hecho cosas increíbles para salvar a la humanidad.

Entonces ahora, unos momentos antes de irse, dice: ‘Mis amigos, ustedes saben que tuve que sufrir, morir, y resucitar. Ahora quiero que le digan a la gente que se arrepientan de sus pecados para recibir el perdón que he ganado para ellos. Ah, y una cosa más… quiero que comiencen a hacerlo aquí, en Jerusalén, y que lleven esas Buenas Noticias a cada nación del mundo’.

¡Pequeño encargo para un puñado de pescadores y seguidores!

Pero así es como Dios obra. Cuando Jesús vino a este mundo, lo hizo para cargar con los pecados de todos… cuando murió, murió para salvarnos a todos… y ahora él quiere que todos sepan que pueden ser salvos.

Pensando en grande. Esa es la manera en que Dios piensa. Es mi oración que nosotros también pensemos en grande.

ORACIÓN: Señor, perdona todas las veces que hemos sido tímidos o temerosos. Borra los días en que nuestro testimonio ha sido opaco o inexistente, y danos poder para compartir con alegría tus Buenas Nuevas de perdón y tu salvación con el mundo que está muriendo por escucharlas. En Jesús. Amén.

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