"Paz que reconcilia"

Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que los separaba, pues anuló la Ley con sus mandamientos y requisito. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, para reconciliarlos con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad (Efesios 2:14-16 NVI).

Ya se siente que diciembre está encima, ¿verdad? Las calles se llenan de luces, se escucha música por todos lados, y uno empieza a pensar en la familia, en las comidas, en todo lo que trae el fin de año. Pero también, siendo sinceros, esta época puede remover ciertas cositas que duelen. Tal vez tienes rato sin hablar con alguien, o ha habido alguna distancia con un ser querido. A veces no es que uno no quiera arreglar las cosas… es que simplemente no sabe cómo.

Dios te recuerda hoy que Cristo es tu paz. Jesús se metió de lleno en nuestro mundo roto, cargó con todo el pecado, la enemistad, las divisiones… y lo llevó a la Cruz.

En el tiempo de Pablo, los judíos y los gentiles estaban bien divididos. Había barreras físicas y también emocionales. Pero Jesús derribó todo eso con Su sacrificio. Él hizo posible algo que parecía imposible: que fuéramos reconciliados con Dios y también unos con otros.

Cristo ya tumbó el muro. Su paz reconcilia de verdad. Con Él, hasta lo que parecía perdido puede volverse paz.

Así que este Adviento no se trata de esconder los problemas debajo de la alfombra, sino de dejarlos en las manos de Jesús, quien ya venció lo más grande: la separación entre nosotros y Dios. Él es la luz que brilla en medio de las tinieblas. Y Su paz no es cualquier paz… es una paz que reconcilia.

Señor Jesús, gracias porque Tú eres mi paz. Tú conoces mis relaciones, mis cargas, mis errores. Te entrego todo y confío en que Tú puedes hacer nueva cada una. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Hay alguien con quien te gustaría hacer las paces antes que termine el año?
* ¿Cómo te ayuda saber que Jesús ya te reconcilió con Dios para enfrentar tus relaciones rotas?

Diaconisa Noemí Guerra

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