"Para no perder la memoria"

Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes. Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho (Juan 14:25-26).

Jesús está afirmando a sus discípulos con la persona divina que vendrá a ellos en apenas unos pocos días. Así los prepara para su partida. Eso es parte de no dejarlos huérfanos. Jesús ya no estará más físicamente con ellos pero, mediante el Espíritu Santo, la presencia del Salvador será tan genuina, tan fuerte, que los seguidores de Cristo no extrañarán su presencia corporal.

La tarea del Espíritu Santo será consolarlos, enseñarles y recordarles todo lo que Jesús les había enseñado. No puedo imaginarme la cantidad de información que recibieron los discípulos en las palabras de Jesús. No solo era mucha información, sino una información diferente a todo lo que se conocía hasta ese momento. No más eso de «odia al enemigo». Ahora será, «ama a tu enemigo». No más perdonar solo tres o siete veces. Ahora será perdonar todas las veces, sin llevar la cuenta. Antes era cumplir con rigurosidad las reglas religiosas para estar bien con Dios, ahora la salvación era un regalo inmerecido.

Los discípulos recibirían en el Consolador el ayudamemoria. Todas las enseñanzas de Jesús serían afirmadas y confirmadas en los creyentes, para que no cupiera ninguna duda de que Cristo es el Salvador y Señor del mundo. Cuando fueron perseguidos, recordaron que Jesús se los había advertido. Cuando salieron a compartir el amor de Dios por el mundo recordaron, en cada nuevo creyente, el gran poder de Dios y su gracia generosa. El Padre sigue enviando su Espíritu sobre nosotros todavía hoy. Por él emprendemos cada día recordando su cuidado sobre cada uno de nosotros.

Padre, gracias porque eres generoso en el envío del Espíritu Santo. Ayúdanos a ver por medio de él el amor y la gracia del Señor Jesús. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Eres olvidadizo? Memorizar versículos bíblicos es una buena práctica para la memoria espiritual.
* ¿Para qué te sirve recordar todo lo que Jesús ha dicho? ¿Cómo usas sus enseñanzas?

Rev. Héctor Hoppe

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