ALIMENTO DIARIO

  • "Nuestra herencia"


  • marzo 7, 2011
  • Entonces oí una voz del cielo, que decía: 'Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor. Sí -dice el Espíritu-, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan'. Apocalipsis 14:13Entonces oí una voz del cielo, que decía: 'Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor. Sí -dice el Espíritu-, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan'. Apocalipsis 14:13


  • No son pocas las personas que, de jóvenes, se entusiasman con la idea de ser guardabosques. Piensan que el poder estar todo el tiempo al aire libre, en comunión con la creación de Dios, es lo mejor que les podría pasar.

    Pero no todo es siempre color de rosas. Al menos así fue para los Guardabosques de una localidad del estado de Virginia, que estaban inspeccionando una casa durante una investigación por un crimen que había sucedido.

    Cuando realizaban la inspección, encontraron un cartucho de artillería de la Guerra Civil, cosa que no es demasiado extraña. Pero la pregunta era si, después de casi 150 años de haber sido disparada, todavía podría explotar. Y la respuesta a esa pregunta es ‘sí’. Hace tres años, un cartucho similar explotó, matando a un hombre en el garaje de su casa.

    Pensemos por un momento: muchísimos años después que la guerra terminó y que todos sus combatientes están muertos y enterrados, todavía quedan vestigios capaces de matar.

    Se me ocurre que muchas de las cosas que decimos o hacemos, tanto buenas como malas, también son así. Trate de recordar… ¿Tuvo acaso un maestro o un abuelo que le dio un consejo tan sabio que le acompaña hasta el día de hoy? ¿Tuvo un compañero de escuela que le dijo algo tan cruel que todavía hoy lo recuerda?

    Todos recordamos. Recordamos tanto las cosas buenas como las cosas malas que alguien nos ha dicho o hecho. Como dice en el Apocalipsis: «sus obras los acompañan».

    De la misma manera que nosotros recordamos, las próximas generaciones van a recordar lo que nosotros les dijimos o hicimos, y ellas van a hacer lo mismo con las generaciones que les sigan. Es por ello que, en respuesta al amor del Salvador que nos redimió, les invito a que les dejemos una herencia de cosas que edifiquen y bendigan.

    ORACIÓN: Señor Dios, dame tu gracia para que todo lo que diga y haga sirva para edificar a los demás y glorificar al Salvador. En su nombre. Amén.

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